­«Todo se reduce a hoy. O nos curamos como equipo, o nos desmoronamos. Jugada a jugada, pulgada a pulgada€ hasta el final». Esa fue la respuesta del hermano de Marta Delgado cuando ésta le contó que padecía esclerosis múltiple. El discurso de Al Pacino en la película Un domingo cualquiera sirvió de motivación para la joven malagueña, que confiesa que en aquel momento pudo respirar. «Llevaba sufriendo algunos síntomas desde los 14 años por lo que cuando me dijeron lo que me pasaba fue un alivio», comenta la mijeña de 35 años, cuya vida dio un vuelco de 180 grados.

Graduada en Periodismo por la Universidad de Málaga, Marta pronto comenzó su andadura profesional en varios medios de comunicación que tuvo que dejar hace unos años debido al elevado ritmo de trabajo. «Yo cambié todo lo que hacía y tuve que adaptar mi actividad física a la nueva situación», asevera la joven, que explica que se refugió en el deporte, que no era un desconocido para ella. «Tuve que buscar otra rutina, cambiar de actividad física y buscar otras que me dieran algo más a nivel mental», explica. Taichi o pilates ocupan, al menos, una hora de su día a día. Delgado está convencida de que la actividad física es esencial para atajar y educar las secuelas de la afección que sufre. «El problema es que no existe una rehabilitación específica ni orientación por parte de los hospitales. Tengo a una amiga que está desde octubre en la cama, atrofiada, esperando la rehabilitación que necesita», explica.

La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central; cerebro, tronco del encéfalo y médula espinal. Se trata de la afección crónica más común en adultos jóvenes en Europa y la primera causa de incapacidad en este grupo de población. No hay ningún síntoma típico de la esclerosis que ayude en el diagnóstico inicial. De hecho, uno de los principales problemas de esta enfermedad degenerativa es que los primeros síntomas pasan desapercibidos para los pacientes. A menudo, las primeras manifestaciones se presentan como problemas de la visión, bien en forma de visión borrosa, doble o pérdida de vista. La mayoría de los pacientes experimenta, además, sensaciones anormales como hormigueo, entumecimiento y picazón; pérdida de fuerza en los brazos o piernas, y trastornos del equilibrio o de la coordinación.

Marta tuvo que reducir su actividad física cuando recibió su primer diagnóstico. Sobrecarga muscular como respuesta a dolencias propias de una enfermedad que padecen miles de personas en la provincia y para la que existen, como apoyo, organizaciones como la Asociación Española de Lucha contra la Esclerosis Múltiple (AELEM) a la que pertenece la joven. «Me uní al poco tiempo de conocer que padecía la enfermedad», explica y añade: «Nos gustaría que se empezara a conocer un poco más esta afección porque aunque no es mortal, te jode la vida», afirma.

Un sufrimiento invisible

«Los humanos somos así», se resigna Marta, que cree que la normalización es uno de los principales problemas de la esclerosis y a la vez una meta por la que luchar. «Hay miles de cosas que no se ven. Hasta que una persona no tiene el problema no es capaz de imaginar lo que se sufre», asevera.

Para luchar contra la invisibilidad de la enfermedad, estimular la actividad física y la inversión en infraestructura específica, Marta se encarga de organizar una subida al Teide junto a algunos compañeros de AELEM. No es la primera vez que la mijeña se embarca en un reto de estas características. El pasado mes de octubre grabó en su retina la llegada a la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela tras 117 kilómetros. «Quizá fue uno de los momentos más bonitos de la enfermedad». Ahora su mente está puesta en los primeros días de junio y en conseguir el presupuesto necesario para subir una montaña que es solo física porque cada día lucha por alcanzar una cima bien distinta. «Vamos 16 personas de las cuales 3 son afectados indirectos», dice y ríe. Marta está animada porque aunque sabe que está a pocas semanas del reto, la búsqueda de patrocinadores que les ayuden a cumplir su sueño marcha bien. «De momento, tenemos el apoyo de Caixa de Mijas», asegura y explica que las donaciones también se pueden hacer de forma individual a través de la plataforma migranitodearena.org. «Necesitamos 10.000 euros y en la actualidad llevamos 3.395», dice y destaca la colaboración del que será el guía en su camino, el madrileño José Molina. Paso a paso Marta va avanzando en una enfermedad desconocida para muchos. «Se puede salir del infierno pulgada a pulgada», explica. Los kilómetros no pesan tanto cuando se trata de luchar y ellos son guerreros.