Esta vez no es el metro, sino los mosquitos y más concretamente las plagas que sufren determinados puntos de la ciudad, aunque sobre todo en la desembocadura del Guadalhorce, las que han abierto un agrio enfrentamiento, otro, entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital. El Ejecutivo andaluz recordó este martes al Consistorio que la competencia del control de estos insectos es municipal, pero Málaga quiere dinero para hacerle frente.

La Junta de Andalucía insistió en recordar al Ayuntamiento de Málaga que la competencia en el control de plagas de mosquitos es municipal, si bien mostró su disposición a asumir la coordinación de todas las instituciones que puedan estar implicadas en este trabajo, después de que hayan vuelto las protestas por la presencia de estos insectos en el Guadalhorce.

Un control secundario

El delegado territorial de Medio Ambiente, Adolfo Moreno, compareció ante los medios para explicar cuál es la situación actual, después de que el Consistorio haya solicitado una mayor implicación de la Junta en esta materia. Así, recordó que el papel de la Consejería en este control es «secundario», explicando que la Consejería de Medio Ambiente «puede contribuir al control de mosquitos de forma indirecta», dado que tiene competencias en la gestión de espacios naturales protegidos y en la gestión del río, y puede realizar actuaciones «para prevenir la proliferación de mosquitos».

Moreno resaltó que la Consejería ha autorizado en todo momento las actuaciones de control de mosquitos en el paraje natural, que realiza el Ayuntamiento a través de la empresa especializada Athisa, e incidió en que el control de estas plagas pueden tener competencias otras administraciones, además del Ayuntamiento, como las Consejerías de Salud y Agricultura y el Ministerio de Agricultura.

La Junta pidió también que no se focalice todo el problema en el entorno de la desembocadura del Guadalhorce, ya que considera que la fuente de estas plagas es más amplia y está relacionada con la red de saneamiento o pluviales, por lo que pide al Ayuntamiento que mejora la situación de estas redes. También solicita al Ayuntamiento que no responsabilice de este problema a una administración, la Consejería de Medio Ambiente, que no es competente para ello.

Respuesta municipal

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, por su parte, pidió a la Junta la puesta en marcha de un «plan ambicioso» para la lucha y el control de los mosquitos en el Paraje Natural del Guadalhorce, que estaría cofinanciado entre ambas administraciones.

Así, explicó que ha informado al Gobierno andaluz de una «propuesta con nombres y apellidos», pero que, no obstante, se trata de una primera propuesta o documento de trabajo que puede modificarse.

Jiménez, en rueda de prensa, señaló que con los medios actuales que pone el Ayuntamiento «no es suficiente». Por ello, pidió que, al menos, el Gobierno andaluz haga una aportación económica para poner en marcha ese plan, a lo que el Consistorio aportaría la misma cantidad.

De igual modo, el edil rechazó las críticas del PSOE, que pidió al Ayuntamiento «contundencia» en el control de plagas de mosquitos en el paraje del Guadalhorce y explicó que los mosquitos «están en el paraje». Además, recordó que el Consistorio ha detectado larvas de mosquitos en 17 de los 29 puntos instalados para el control.

El concejal informó de que mantuvo una reunión con el director del paraje natural de la desembocadura del Guadalhorce, al que se le informó de la situación y al que se le propuso el plan.

Asimismo, Jiménez valoró que ambas administraciones, Junta y Ayuntamiento, trabajen juntas desde el verano pasado para hacer frente a la lucha contra los mosquitos, criticando, por tanto, la actitud del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga. Recordó, en este punto, que el pasado año en la desembocadura del Guadalhorce «tuvimos un repunte de eclosión de larvas y por tanto muchos mosquitos» y desde el Ayuntamiento «no quisimos hacer lo que hacen otros grupos políticos, que es criticar al otro, sino que entendimos que había un problema que había que solucionarlo».