La presencia de desfibriladores en la mayor parte de lugares de tránsito de público es el reto de los profesionales sanitarios en cuanto a resucitación cardiopulmonar (RCP), ya que esta herramienta podría reducir las defunciones por muerte súbita a la mitad. El masaje y las descargas eléctricas durante los 8 primeros minutos de parada pueden salvar hasta el 50% de las vidas, según el coordinador en Andalucía del Plan Nacional de RCP, Ángel García, quien calificó de»fundamental» el auxilio durante los primeros instantes.

El debate sobre la ausencia de estos dispositivos surgió después de que el pasado 21 de marzo una joven falleciera mientras recibía clases en la Universidad de Málaga. «Es necesario que las administraciones dispongan de estos aparatos como si fuera un extintor», señaló García, quien afirmó que «el mantenimiento y una mínima formación son muy importantes» y explicó la relevancia que tienen los talleres educativos para la población, ya que el manejo es «muy fácil».