El valor medioambiental que albergan las aguas de los Baños del Carmen podría ser destruído si las obras para levantar espigones y regenerar la playa se llevan a cabo de una vez por todas. Una idea ante la que el Aula del Mar se opone en rotundo e incluso ha presentado alegaciones ante el Ministerio de Medio Ambiente para evitarlo.

El biólogo y socio fundador del Aula del Mar, Juan Jesús Martín, detalla que los Baños del Carmen, junto con el Peñón del Cuervo y la playa de Arrajainal son las únicas zonas naturales que aún existen en Málaga. «Meter una playa artificial donde nunca la ha habido no puede ser. Es un pedregal histórico», expresa. Motivos no le faltan para oponerse y lo primero que asegura es que la creación de los espigones y relleno de arena romperá la flora y fauna de la zona, algunas de ellas declaradas especies en peligro de extinción. «La turbidez romperá el equilibro ecosistémico», apunta. Además, la llegada de temporales costeros hará necesario el relleno de arenas que acentuará más aún estos efectos, sin contar el gasto económico que supone.

«Bucear en los Baños del Carmen es como estar en los acantilados de Nerja», expone. Y es que la biodiversidad que conviven a tan solo unos metros de la orilla lo convierte en uno de los puntos más interesantes para conocer qué hay bajo el agua.

El Aula del Mar prepara una campaña de concienciación ciudadana para dar a conocer a la sociedad lo que alberga el entorno y la importancia de su mantenimiento. Además, resalta sus características para que se realce la zona como punto para hacer snorkel, una alternativa para llenar de mayor atractivo turístico el lugar y que reportaría beneficios económicos, según declara Juan Jesús Martín.

El saneamiento integral de la costa es otro de los temas aún pendientes en el litoral malagueño sin resolver. Todavía hay localidades que no cuentan con depuradoras a pesar de que en 2001 Europa lanzara la normativa de que los municipios de 100.000 habitantes tuvieran sus aguas depuradas. Nerja es uno de ellos, según aclara. «Es imprescindible, sobre todo para nosotros que nuestro principal ingreso es el turismo», aclara. También ve necesario que se racionalice la pesca y se dejen zonas como refugio para que puedan repoblarse. Las aguas de Mijas y Calahonda , gracias a su biodiversidad, sería una buena zona, según indica el biólogo.