­Las empresas de trabajo temporal (ETT) esperan gestionar este 2017 en Málaga más de 47.300 contratos, según previsiones de la patronal del sector Asempleo, lo que supondría la mayor cifra desde los comienzos de la crisis, confirmando así que la demanda de profesionales por parte del tejido productivo mantiene la progresiva tendencia de recuperación iniciada hace ahora tres años. Adecco es una de las firmas más representativas del sector, al concentrar habitualmente un 30% de esta contratación en la provincia, donde maneja unos 40.000 currículums. Su director en Málaga, Gonzalo Cadenas, refrenda las buenas previsiones coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, que genera el primer gran tirón de contratación de la temporada.

El mercado parece recuperar dinamismo ¿Detectan en Adecco esta mayor demanda?

Se nota indiscutiblemente una mejora semestre a semestre desde hace dos años. Y las perspectivas vuelven a ser muy positivas en 2017. La Semana Santa marcará el inicio de la temporada de mayor contratación, que va de marzo a finales de septiembre y en la que empresas como Adecco realizamos casi el 70% de los contratos de todo el ejercicio. En estos meses haremos muchos contratos para empresas del sector turístico (cocineros, camareros, camareras de pisos), pero también para el segmento de los aeropuertos (azafatas o personal de equipaje o check-in), para los rentacar (comerciales), para el sector de logística y alimentación (mozos de almacén, por ejemplo) o para centros comerciales (reponedores). El turismo, con la hostelería y los hoteles a la cabeza, es el que genera más empleo, pero eso tira también de todo, porque sube el consumo y las ventas del resto de sectores.

¿El empleo generado en Semana Santa suele prolongarse ya con vistas al verano?

Es un periodo donde entran trabajadores que luego en gran parte salen pero este año pensamos que habrá más contrataciones que sí se mantendrán de cara ya al verano. Hay más confianza y para el empresario puede ser preferible mantener a un profesional que se haya adaptado bien al perfil del puesto que no dejarlo ir y quizá no encontrarlo cuando vaya a buscarlo de nuevo. Puede que para entonces ya no esté disponible. Por eso pensamos que puede haber más estabilidad en la contratación y que no habrá tantas salidas tras esta Semana Santa.

La crisis dejó sin empleo a multitud de personas, entre ellos a muchos mayores de 45 años ¿Hay riesgo de que ese colectivo en concreto se pierda a nivel laboral? Porque las empresas desgraciadamente suelen ser reacias a incorporar a trabajadores a partir de esa franja de edad.

Yo no me atrevería a hablar de riesgo de generación perdida pero sí es verdad que con más de 50 años cuesta más volver al mercado, aunque empezamos a ver que esta barrera empieza a caer ahora un poco y que las empresas empiezan a contemplar de nuevo a esas personas como candidatos. No sé my bien por qué se da esa barrera. Quizá los empresarios piensan que son trabajadores menos flexibles a la hora de la contratación o que vienen con hábitos adquiridos y les va a costar más adaptarse a la organización. Entre todos tenemos la obligación de que al trabajador que sea candidato a un puesto se le mire por sus competencias dejando de lado su edad, su sexo o si tiene cargas familiares. De hecho, en Adecco estamos trabajando con el envío de los currículums de los candidatos a las empresas sin introducir datos personales, sólo se dice si cumple los requisitos. En Europa también se hace así. Se informa sólo del nivel competencial del candidato para que se vea si es apto, pero no se especifica edad o sexo. Estamos impulsando este modelo en todos nuestros procesos de selección aunque luego hay empresas que son reacias a esto y te siguen pidiendo un trabajador determinado.

¿Existe el efecto desánimo entre las personas que más tiempo llevan en el desempleo?

Hay ciertas personas que vienen bastante desanimadas, bien porque llevan mucho tiempo buscando y no consiguen nada o bien porque el empleo que encuentran es de solo unas pocas horas o con contratos de muy corta duración. Pero también es verdad que ahora ya detectamos otro ánimo. La gente ve más oportunidades laborales y que se les empieza a llamar para más entrevistas de trabajo. No es como antes, que venían con un nivel de desesperación alto. Eso no quiere decir que hayamos llegado a una mejoría absoluta. Queda mucho por hacer. Hay personas esperando desde hace mucho tiempo una oportunidad laboral.

¿Se aprovecha el mercado de esta situación al disponer de tantos candidatos?

Creo que el mercado está empezando a cambiar. La época más dura de la crisis, en la que el trabajador fue el más perjudicado, ha quedado atrás. En algunos sectores ya no son las empresas las que tienen la sartén por el mango. La gente se mueve, busca nuevas oportunidades. También hay mucho talento que ha salido de España y que va a costar trabajo recuperar en el futuro. Todo eso hace que haya perfiles concretos donde está resultando ya difícil encontrar candidatos. No me refiero a puestos como el de camarero sino, por ejemplo, a todo lo que tiene que ver con el sector de la exportación. Las empresas nos piden personas con experiencia y alto nivel de inglés para trabajar como responsables de cuentas o directores comerciales, y hay carencia de oferta en este ámbito. Otro ejemplo son los programadores informáticos con experiencia, donde hay puestos demandados por las empresas que no logramos cubrir. Se quedan vacantes.

¿Los idiomas son un aspecto fundamental, especialmente en zonas como la Costa del Sol?

Pero no es solamente por estar en la Costa del Sol sino porque hay muchas empresas malagueñas que están exportando y su principal mercado está fuera. Es cierto, en todo caso, que el sector turístico demanda a los candidatos que dominen idiomas, en el 90% de los casos el inglés, Luego también se está pidiendo mucho el ruso, incluso más que el alemán. Al turista ruso que viene a Málaga le gusta que le hablen en su lengua. El tema de los idiomas es un requisito cada vez más extendido.

Se insiste mucho en la formación, ¿qué elementos claves recomiendan a un trabajador para que su perfil sobresalga?

Hay que estar formándose continuamente porque el entorno empresarial está cambiando siempre. Todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías es fundamental, aspectos como el community manager, posicionamiento SEO o programación. Y es sólo un ejemplo. En Adecco estimamos que el 30% de las personas no acabarán trabajando en aquello que han estudiado. Dentro de diez años aparecerán nuevos puestos que ahora no existen. Si has estudiado una carrera te vas a ver obligado a formarte en algo nuevo de forma continua. El mercado es muy competitivo y las necesidades de las empresas varían constantemente: o somos capaces de amoldarnos a lo que pide ese mercado o nos quedaremos fuera.

En un proceso de selección de personal de los que realiza Adecco para una empresa, ¿qué es lo que más se valora de un candidato, la aptitud o la actitud?

Tienes que demostrar que quieres ese puesto con ambas cosas. Lo que más se valora es sobre todo que sean personas capaces de adaptarse rápido al puesto para aportar a la empresa desde el minuto uno y que sean flexibles mentalmente para adaptarse siempre al entorno. También se pide mucha capacidad para trabajar en equipo, iniciativa propia, aportar ideas y ser muy innovador.

El mercado laboral de Málaga presenta una tasa de temporalidad elevadísima, ¿piensa que el empleo estable y el contrato indefinido deberían tener más relevancia? Los sindicatos no paran de reclamar en este sentido.

Y está muy bien que lo hagan. La temporalidad debe estar para cubrir las necesidades de la empresa en este sentido dentro de la legalidad. Así se recoge en el Estatuto de los Trabajadores y en los convenios colectivos. Los contratos eventuales, por otro lado, tiene un tiempo máximo de duración. Todos estos requisitos son los que deben cumplirse siempre, porque de otro modo serían contratos incorrectamente realizados. En cualquier caso, recuerdo que las ETT firman sólo entre el 3% y el 5% de los contratos temporales que se hacen cada año en España. El resto lo firman las empresas.

¿Por qué no somos capaces de generar más empleo indefinido?

Posiblemente no hay políticas que den estabilidad a las contrataciones y también hay miedo en las empresas a hacer contratos indefinidos por si luego tienen que prescindir de los trabajadores. Al final, la empresa lo que busca es la flexibilidad máxima a la hora de incrementar su plantilla. Es cierto, y los datos así lo están marcando, que ya se están firmando más contratos indefinidos, pero queda mucho por hacer. Quizá esto también se deba a la estructura económica. Debemos trabajar por un mercado más sólido tanto para empresas como para trabajadores.

También hay mucho empleo a tiempo parcial, que no da para llegar a fin de mes.

La persona debe tener un salario digno cubrir sus necesidades básicas. Es cierto que durante la crisis se ha utilizado mucho el contrato a tiempo parcial con menos de 20 horas de trabajo a la semana, pero se empieza a notar un cambio de tendencia. Las empresas están subiendo sus horas a los trabajadores. Es una línea en la que hay que seguir porque un trabajo por horas no debe convertirse en un empleo para siempre.

¿Hace falta diversificar el modelo productivo de Málaga para no depender tanto del turismo y su empleo estacional?

Todos tendríamos que trabajar para romper esa estacionalidad con nuevos sectores y empresas. Sí se nota la pujanza de segmentos como el agroalimentario, con productos como al aguacate y el mango, o el tecnológico, con el pulmón de empleo que representa el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Otro sector que está repuntando ya es el inmobiliario. El turismo siempre será primordial pero tenemos capacidad y potencial para desarrollar más productos y negocios. Y hay seguir trabajando mucho la exportación. Sumando todos eso creo que las perspectivas son buenas para Málaga. El termómetro en empresas y candidatos nos revela más dinamismo. Se habla de futuro y de crecimiento, y ya no tanto de crisis.