El mercado laboral de Málaga firma ya tantos contratos como antes de la crisis pero la calidad del empleo se ha resentido bastante en estos años, ya que las nuevas contrataciones que actualmente se vienen realizando mes a mes están dominadas todavía más si cabe por la temporalidad, el recurso a la jornada a tiempo parcial y una altísima rotación de trabajadores por los mismos puestos de trabajo, según el diagnóstico que vienen haciendo en los últimos meses los sindicatos.

Por un parte, es cierto que la provincia firmó en 2016 la cifra de contratos más elevada de la última década (719.303) y superó incluso las de 2007 (686.730), que fue el último ejercicio de bonanza antes del estallido de la recesión, y se situó casi al nivel de 2006 (720.783), cuando se rubricaron las mejores cifras de contratación que se recuerdan, según los datos del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE). Sin embargo, hay varios elementos que empañan esta mejora de la actividad, y tienen que ver con la modalidad y características de los nuevos contratos, que denotan una mayor precariedad del empleo. En primer lugar, tan sólo el 6,6% de los contratos firmados en 2016 en la provincia (unos 48.000) tuvieron carácter indefinido, un porcentaje algo superior al de 2015 (5,9%) pero que sigue en la línea mínima de los últimos años. Cabe recordar que hasta 2006 entre el 10% y el 12% de las contrataciones llegaron a ser indefinidas, un porcentaje que se fue reduciendo a raíz de la crisis.

El segundo factor que revela esa mayor precariedad laboral es que las altas de corta duración tienen ahora un peso mayor en el conjunto de la contratación temporal. Así, el 68,5% de los 444.190 contratos temporales con duración determinada que se firmaron el pasado año en Málaga tuvieron una duración inferior al mes. El porcentaje es 12 puntos superior a la tasa que se registraba antes de la crisis, y que se situaba en el 56%, según datos de CCOO. En este cómputo entran tanto contratos eventuales, de obra y servicio o interinos, aunque hay que matizar que en la provincia se firmaron el pasado año también, según el SEPE, otros 197.000 contratos de obra y servicio de duración indeterminada, y de los que no se puede estimar el tiempo que finalmente abarcaron.

El cuadro de descenso de la calidad del empleo se completa con el creciente peso de la jornada a tiempo parcial en las nuevas contrataciones, ya sean temporales o indefinidas. En 2016, los contratos por horas representaron el 42% del total de todos los firmados en Málaga (un porcentaje bastante parecido al de los dos anteriores ejercicios) cuando antes de la crisis esa tasa anual no superaba el 25%. En segmentos como la hostelería, la contratación a tiempo parcial puede suponer en determinados meses incluso el 60% de las altas en el sector.

Los sindicatos recelan mucho de los contratos a tiempo parcial porque, como también reconoce la Inspección de Trabajo, esconden muchos casos de economía sumergida, con trabajadores que son dados de alta en la Seguridad Social por sus empresas durante algunas horas al día pero que en realidad echan la jornada completa e incluso más.

Críticas sindicales

«Todos estos datos demuestran que aunque hemos recuperado los niveles de contratación previos a la crisis se ha empeorado en calidad de empleo. Los contratos son más inestables que antes, con menos duración y con más incidencia de la jornada a tiempo parcial. La recuperación es de cifras, pero no de un mejor empleo. Costará mucho recuperar esa estabilidad», comentan fuentes de CCOO, que achacan en buena parte esta situación a los efectos de la reforma laboral aprobada en 2012 por el Gobierno.

El único signo positivo que podría indicar una cierta evolución a la estabilidad dentro del mercado laboral es que los contratos fijos, aun siendo mucho menores en números reales, sí están creciendo porcentualmente más que los temporales en los últimos tiempos. En concreto, en 2016 la contratación indefinida subió un 18% mientras que la temporal lo hizo cerca de un 4%. Los colectivos empresariales, que siempre ha alegado que se necesita aún confirmar la mejora general de la actividad y el consumo para volver a generar más empleo estable, creen que estos datos podrían ser ya indicativos de esa tendencia.

Por otro lado, el peso de los contratos indefinidos sobre el total de los que se firman cada mes en Málaga ha subido ligeramente en lo que llevamos de 2017 y se sitúa hasta marzo en el 7,3%, aunque hay que tener en cuenta que quedan por delante los meses de verano, que es donde más se disparan las incorporaciones de carácter temporal.