En las bases de datos online de desaparecidos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, sólo en esta última hay casos relacionados con Málaga. Uno de ellos es el de Talhaqui Zacharias Nadif, el chico de 18 años que desapareció el 20 de agosto de 2006 cuando cubría el trayecto entre Melilla y Málaga en el buque Ciudad de Valencia. El otro, mucho más mediático, es el de Amy Fitzpatrick, de la que nada se sabe desde que el 1 de enero de 2008, cuando tenía 15 años, salió de casa de una amiga con destino a la suya en el municipio de Mijas. Sin embargo, el número de personas de la provincia que llevan desaparecidas días, semanas, meses y años es bastante mayor. El registro de SOS Desaparecidos, un asociación que colabora en la difusión de casos de personas cuyos familiares no saben qué ha sucedido con ellas, suma 15 rostros, una cifra que se asemeja más a la que oficialmente ha convertido a Málaga como la tercera provincia española que más desapariciones de alto riesgo de personas acumula. Con 12 casos confirmados, el primer informe publicado hace unas semanas por el Ministerio del Interior sólo sitúa por delante de la provincia a Barcelona (27) y Las Palmas (14), aunque lidera de forma abrumadora la comunidad andaluza asumiendo el 34% de las 35 desapariciones de alto riesgo por delante de Almería (5) y el resto de provincias, todas con tres casos cada una. El documento, actualizado a 4 de enero de este año, también destaca a Málaga como una de las cuatro provincias junto a Cádiz, Almería, Granada y Murcia con más denuncias por desapariciones de menores de edad. En este campo también destaca por el número de sustracción de menores con 9 denuncias de este tipo durante 2016, aunque lejos de las 25 de 2010, o las 20 de 2013.

El drama de las desapariciones, sin embargo, no tiene fronteras y afecta en España a al menos 4.164 familias cuyas denuncias siguen activas entre las 121.118 denuncias registradas en la Base de Datos de Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin Identificar (PDyRH). Del total de las activas, sólo 214 (5%) se consideran de alto riesgo (confirmado y no confirmado), siendo el 95% restante de riesgo limitado. De la misma manera, 547 son anteriores al año 2010, fecha de entrada en funcionamiento del PDyRH, y el resto se formalizaron a partir de esa fecha, aunque el informe advierte de que no todas las denuncias activas anteriores al año 2010 están registradas en el sistema. Según los datos de Interior, un 56% de las denuncias por desaparición corresponde a varones y un 43% a mujeres, observándose entre las activas un aumento de las relativas a varones. A su vez, la mayoría de las desapariciones de alto riesgo denunciada recaen sobre personas nacionales, constituyendo una tercera parte de las mismas de ciudadanos de origen extranjero. En cuanto a los menores, casi dos terceras partes de las grabadas en el sistema se corresponde a este grupo de personas. Los datos contabilizados por Guardia Civil indican un alto porcentaje de extranjeros (en torno al 85%). Otro dato a destacar es el alto número de denuncias de desapariciones de menores relacionadas con centros de menores. En datos de la Policía Nacional, estos supondrían desde el año 2010 casi la mitad de las desapariciones de menores denunciadas. En relación a la distribución de las denuncias activas por desaparición según la edad actual, la mayoría de las que se encuentran activas en la base de datos PDyRH pertenecen a mayores de edad, siendo las de los menores un 31,60%. Este dato es necesario matizarlo, ya que se tiene conocimiento que un número importante de menores que regresan al centro de acogida no se notifica en breve a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Pero la mayoría de las activas no corresponden a menores. «La cifra de denuncias activas de alto riesgo confirmado que afecta a los menores (edad actual) suma sólo el 9,35% del total de las denuncias. Asimismo, la gran mayoría de denuncias en situación activa que hacen referencia a desapariciones de menores de edad (edad actual) pertenecen a ciudadanos extranjeros (65%)», reza un informe que asegura que su elaboración ha puesto en evidencia que es necesario mejorar la recopilación y grabación de los datos y la explotación estadística de los mismos, existiendo en la actualidad limitaciones que deben corregirse en el futuro. Así, motivos de cancelación de las denuncias -como por ejemplo por aparición voluntaria, por localización por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, etc-, situación tras la localización, incidencia de la reincidencia en la desaparición, situación de vulnerabilidad del desaparecido, duración media de las 5 desapariciones, etc., serían datos útiles para el desarrollo de estrategias que mejorarían todo el sistema de localización de estas personas desaparecidas.