­El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores en Málaga, Baldomero Bellido, muestra en esta entrevista su preocupación por la falta de precipitaciones en la provincia durante el presente año hidrológico. Una situación agravada por el déficit que arrastran los embalses desde hace ya tres campañas. Este antequerano de 52 años, que desde la primavera de 2014 está al frente de un colectivo que agrupa a más de 6.000 agricultores malagueños, subraya la necesidad de afrontar decididamente medidas por parte de las administraciones que contribuyan a aliviar los efectos de la sequía.

¿Qué representa Asaja dentro del ámbito provincial? Pueden ser uno de los colectivos sectoriales con un mayor número de asociados.

Más allá de las cifras, que son significativas, representamos a un colectivo que se ha tenido como olvidado durante algunos años. Lo cierto es que sin embargo, en los momentos de flaqueza económica siempre se recurre a él. No hemos parado de desarrollarnos, incluso en los momentos de crisis, y cada vez significamos más para el PIB malagueño.

Usted pertenece a la asociación desde 1993, ¿cómo ha evolucionado en estas dos décadas?

En aquella primera etapa nos estábamos iniciando en el asociacionismo y el cooperativismo. Había poca transformación. La mejora del sector agroalimentario ha ido avanzando progresivamente. Y al mismo tiempo hemos ido ganando en calidad y reconocimiento público más allá del campo.

¿Qué lugar ocupa Málaga más allá de sus fronteras?

En producción de aceite de oliva, que es el producto agroalimentario que más factura dentro de las exportaciones, ocupamos el quinto lugar, por detrás de provincias como Jaén o Córdoba. Pero siendo una provincia pequeña en términos agrícolas, por sus características orográficas y climatológicas tenemos la suerte de disponer de todo. Sólo nos faltan en producción el algodón, la remolacha, el arroz o el tabaco. Pero al mismo tiempo somos líderes europeos en subtropicales como el aguacate y el mango.

Estas dos últimas frutas son de las que más agua necesitan. Málaga y más en concreto la Axarquía empiezan a sufrir cortes de un día por semana en el suministro que facilita Medio Ambiente. ¿Estamos ante una nueva era por llegar tan temprano esas medidas?

Llegan en el mes de abril, pero por la presión que los propios agricultores estamos haciendo. Llevamos años exigiendo a la Junta una planificación a largo plazo que alivie de una vez los efectos de la sequía. Sobre todo planteamos que haya criterios no políticos, que se expongan soluciones técnicas y sostenibles. Y que las medidas lleguen pronto. Porque el campo ya no puede esperar. Estamos a las puertas de la alerta por falta de agua. Ahora las medidas las podemos poner nosotros. Pero si seguimos en la misma situación, las iniciativas serán obligatorias, por la legislación vigente.

¿Qué es lo que más le duele en este contexto?

La falta de consenso político en un aspecto tan importante. A los agricultores lo que más nos molesta es que se utilice el agua como arma entre los distintos partidos. Cada vez que se politiza, perdemos todos. Lo vemos en la costa granadina. Ahí se echan la pelota los unos a los otros, con una presa como la de Rules que desde su construcción no se ha aprovechado como se debe.

Lamentan que haya enclaves donde las aguas embalsadas acaban en el mar.

A esa falta de planificación nos referimos. No podemos estar parcheando constantemente. Si es necesaria la aportación de una a otra cuenca, que se establezca. Si hubiese una solución a este asunto se ganarían miles de puestos de trabajo, en la Axarquía, en el Valle del Guadalhorce y en la zona norte. Son espacios en los que el paro es muy significativo si nos fijamos en determinadas localidades.

La Junta también suele referirse a la necesidad de mejorar los aprovechamientos procedentes del agua depurada.

No nos negamos a las soluciones técnicas que se pongan sobre la mesa. Tampoco nos negamos a hacer desaladoras. Eso sí, deberemos analizar qué aguas pueden emplearse para el sector hortofrutícola y cuáles para cultivos leñosos, por ejemplo. Si se trata de ahorrar agua, seremos los primeros. De hecho, somos conscientes de lo que suponen los cortes que se han puesto en marcha desde esta Semana Santa en la Axarquía. Dicho esto, creemos que no vamos a solucionar nada. Reiteramos que son dos años pidiendo una solución técnica. Si buscamos en las hemerotecas de hace uno o dos años, encontramos la misma queja. Medidas que sirvan a largo plazo son las necesarias en Málaga.

¿Se podrá avanzar en la demanda que plantea el Genal?

En este asunto, hace unos días mantuvimos una reunión en la Confederación y se vuelve a insistir, por parte de los regantes, en la necesidad de disponer de una presa para esa zona. Pero hay muchas opciones. Deberá buscarse el consenso y el respeto a los parámetros medioambientales de ese territorio tan singular.

En ocasiones tampoco recordamos que la sequía afecta a la ganadería, a una parte del ganado que también sirve de bandera agroalimentaria para Málaga.

Paralelamente a la agricultura, la provincia dispone de importantes explotaciones ganaderas. Y es bien cierto que por falta de agua algunas se podrían ver afectadas y no podrían abrir durante las próximas campañas. Tenemos dos tipos de ganaderías, la intensiva, que bebe del suministro público, y la extensiva, que está obligada a abastecerse en arroyos y abrevaderos. Esta última padece la falta de agua de manera muy significativa, con la misma voz de alerta que plantean los responsables de determinadas explotaciones agrarias. Estaba previsto que la primavera viniera con agua y nos encontramos con que encima llega con altas temperaturas. Es terrible.