La economía andaluza y malagueña aflojarán algo su ritmo de crecimiento en este 2017 por el menor empuje que están teniendo ya los famosos «vientos de cola» internacionales (el precio del petróleo, la política monetaria del BCE o las reformas fiscales, entre otros factores) pero eso no afectará a la creación de empleo, que sí podría mantener las tasas de subida del año anterior. Eso al menos es lo que piensa la entidad financiera Unicaja que a través de Analistas Económicos de Andalucía, su gabinete de estudios, reiteró ayer en su nuevo informe trimestral el pronóstico realizado a inicios de año: el PIB subirá un 2,6% en el caso de Málaga y un 2,4% en Andalucía, lo que supone en ambos casos un crecimiento «más pausado», en torno a medio punto por debajo del registrado de 2016.

No obstante, esa subida seguirá asegurando la generación de nuevos puestos de trabajo, según Unicaja, que con la coyuntura observada en este arranque de año se permitió incluso ser algo más optimista revisando al alza sus previsiones en material laboral. Así, el empleo subirá en Andalucía este año, tal y como lo hizo en 2016, un 2,4% (hace tres meses Unicaja pronosticaba un 2,1%) y el número de parados bajará un 7,1% (frente al 5,1% manejado entonces). La tasa promedio de paro en la comunidad a lo largo de 2017 se situará así en el 26,9%, dos puntos por debajo de la del ejercicio anterior. En Málaga, una de las provincias donde se calcula que el PIB crecerá más (sólo la supera el 2,8% previsto para Almería), la tasa de desempleo seguirá siendo inferior a la media andaluza.

El consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía, Francisco García Navas, y la coordinadora de informes, Felisa Becerra, explicaron que en este 2017 el crecimiento andaluz se sustentará, por el lado de la oferta, en la aportación positiva de todos los sectores a excepción del agrario. La construcción, que vuelve a tasas positivas tras confirmar su reactivación, será el sector que más crecerá (un 2,9%), seguido de los servicios (2,6%) y la industria (2,4%). La agricultura, debido a los vaivenes anuales de algunas producciones, bajará un 1,5%.

Por el lado de la demanda interna, el consumo privado y la inversión subirán un 2,4% y un 3,2% respectivamente, en tanto que el consumo de las administraciones públicas lo hará un 1%. Analistas Económicos también destacó el momento brillante» que viven las exportaciones.

García Navas dijo que, pese a la mejora de la economía, las cifras de paro siguen siendo «acuciantes» y que todos los programas y políticas económicas que se adopten en España deben ir encaminadas a resolver el problema. También se mostró favorable a la posibilidad de que los salarios puedan empezar de nuevo a subir, aunque siempre que se mantenga «la productividad y competitividad» de la economía.

«Siempre que se hable de incremento de salario, la otra pata es la productividad, porque sino este milagro que hemos producido en el conjunto de España a nivel de exportaciones se nos cae», apuntó. Dicho esto, recordó la importancia de que la parte de la sociedad que más ha pagado la crisis, los trabajadores, vayan recuperando poder adquisitivo. «El consenso social es importante, hay que recomponer el tejido industrial y las condiciones de vida», explicó.

El brexit, aún por calibrar

Respecto a los efectos del brexit, García Navas afirmó que, de momento «no se observan repercusiones negativas especiales» de la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, señalando que «no está claro cómo va a evolucionar la negociación y cómo va a repercutir en cada uno de los socios actuales de la UE». El responsable de Analistas Económicos recordó que «los ingleses siguen siendo los principales turistas en el conjunto nacional y siguen creciendo también en gastos». Becerra, por su parte, añadió que el Reino Unido es «un cliente importante» y que las exportaciones siguen mostrando «muy buen comportamiento, en general».