Cuando Oliver Denis abre un sobre y extrae una carta, pero no una carta escrita, sino una carta gigante de la baraja, sus alumnos están aprendiendo que existen palabras que pueden tener varios significados: las palabras polisémicas. Además, les animará a escribir una carta, estudiar sus partes e incluir en ella un número determinado de palabras agudas, llanas, esdrújulas y sobreesdrújulas. Por último, deberán confeccionar un sobre uniendo varias figuras geométricas.

Este profesor malagueño de Primaria de 43 años lleva desde 2010 aplicando la magia en la enseñanza y los resultados no pueden ser más prometedores.

«La magia siempre me ha encantado. Yo tenía un taller de cromos, los niños, a través de los cormos, se hacían diferentes preguntas, pero me faltaba un proyecto con el que quisieran arrancarse a escribir y que, sin darse cuenta, trabajaran la escritura, la comprensión lectora, la ortografía... y entonces pensé en la magia», resume.

Oliver Denis comenzó entonces a formarse como mago, hasta el punto de pasar el examen del Círculo de Ilusionistas Malagueños. Hoy es mago profesional y su innovadora experiencia pedagógica de seis años acaba de publicarla en Diario del Profemago (18 euros, editorial Círculo Rojo). Un libro que, aparte de ser una «justificación pedagógica», «está dirigida a los padres, para que sepan que se puede aprender con magia y también para los profes», señala.

Los trucos de magia los adapta a los contenidos del curso y con ello, subraya, «el niño trabaja de forma amena y divertida y aprende un montón» y pone el ejemplo del alumno que muestra a su familia un juego específico para aprender divisiones: «El niño no está pensando en hacer divisiones sino en que su padre, su madre o su abuelo van a alucinar con el juego».

El libro expone este método pedagógico con ejemplos de algunos de los talleres de magia, cada uno de ellos con una ficha técnica y un guión que los alumnos deben realizar. Además, todos tienen un código QR con el que poder ver los vídeos de los proyectos.

Aunque Oliver Denis puntualiza que «no estoy todas las clases con la varita» y la mitad del curso trabaja de forma tradicional, los resultados de aplicar la magia a la enseñanza han sido magníficos en los cinco colegios en los que ha puesto en marcha el método (en la actualidad es profesor en el Colegio Jardín Botánico de la Cala de Mijas).

Así, pone el ejemplo de tres alumnos desmotivados y problemáticos que, como final de un proyecto, grabaron un dvd en el que mostraban los juegos a todo el colegio a través de la pizarra digital, «y se convirtieron en los protagonistas, en los aprendices de magos». Fue el caso de otro alumno, marcadamente tímido, que como proyecto final actuó delante de los alumnos y sus familiares. «Los padres se quedaron alucinados ante su desparpajo», recuerda.

El método, subraya, mejora la exposición oral y la capacidad cognitiva, entre otras virtudes. Lo importante, recalca, es motivar;y la magia motiva.