La última visita realizada al paraje de la desembocadura del Guadalhorce por técnicos de la empresa Athisa, acompañados por un agente de Medio Ambiente de la Junta, no ha detectado larvas de mosquitos en los puntos revisados, según ha podido saber este periódico. Asimismo, pasadas unas semanas desde los últimos temporales, las lagunas del paraje presentan un nivel más bajo de agua.

En cuanto a la presencia de mosquitos adultos, se ha detectado una menor presencia de mosquitos adultos dentro de paraje. Para controlar la presencia de mosquitos en la zona, se mantienen las trampas instaladas tanto en el Inacua como en el colegio Julio Caro Baroja y hoy estaba previsto seguir fumigando en el entorno del campo de fútbol de Guadalmar.