Hace tiempo que el destino ha hecho que se crucen sus caminos. Nunca tanta apariencia de normalidad ha contribuido tan poco a resolver un conflicto que lleva enquistado en el seno del partido desde aquel intento frustrado de aparcar a Francisco de la Torre en el Congreso de los Diputados. Fue un movimiento tan descarado que despertó la ira del regidor. Desde entonces, Elías Bendodo ha tratado de tapar la olla a presión, en ebullición desde el preciso instante en el que el todavía alcalde anunciara su ya famoso proceso de reflexión interna para debatir consigo mismo si, contrario a lo anunciado, volvería a presentarse de nuevo como candidato del PP a la alcaldía. Algunos en el PP coinciden en que se está comportando de forma irresponsable, pero Bendodo se ha dado cuenta de que si sigue tensando la cuerda, lo único que puede conseguir es ahogarse en sus manos. Fuera cruentas batallas y bienvenidos a la concordia y al buen rollo. Esa es la divisa interna y explica por que ambos protagonistas están haciendo por coincidir en diversos actos y aparentar normalidad absoluta. Cuando Bendodo presentó su candidatura a la presidencia del PP, invitó a De la Torre para que le acompañara en la foto de la entrega de avales. Este miércoles, solicitó, de nuevo, la presencia del alcalde para que estuviera presente en la presentación del futuro centro de investigación contra el cáncer, que tendrá su sede en los terrenos del Hospital Civil. Acto solemne. Noticia positiva. Parabienes para todos.

Sin embargo, donde ambos aparentan que todo son verdes praderas es inevitable que la cuestión de la sucesión les acompañe allá por donde vayan. Con la conclusión evidente de que ambos implicados se han abonado al silencio por bandera. Tú pregunta, que mira que buen tiempo hace. Ambos se han tomado la fecha de la primavera de 2018 como palabra de Dios. Hasta entonces, la candidatura municipal del PP se ha convertido en tema tabú.

«Estamos pensando en el congreso provincial del 19 y 20 de mayo y solo estamos centrados en eso», manifestó ayer un Bendodo que, a su vez, insistió en que «el alcalde y yo hablamos todos los días». A pesar de esta supuesta fluidez en las relaciones, que ya será menos, la realidad es que no hay otra solución a esta crisis que no pase por que el alcalde empiece a hablar de forma clara. «No hay novedades» y «no tengo nada más que añadir sobre el tema», fueron las únicas palabras que pronunció ayer De la Torre. Acto seguido, momento de silencio de ascensor y a otra cosa. La sensación actual que impregna todas las especulaciones sobre el futuro en el Ayuntamiento de Málaga, lo resumió en la intimidad un cargo socialista de Málaga: «Bendodo tiene suerte de que todavía no tengamos a un candidato designado». Es para echarse a reír o llorar. Todo depende del lado en el que está cada uno.

Alberto Garzón en Málaga El coordinador federal de IU llenó el Aula Magna de la Facultad de Turismo y Comunicación. Más allá de la carnaza fácil sobre la polémica visita de la Legión al Hospital Materno, en la que Garzón resaltó que «en ningún momento dudó de la buena voluntad de los legionarios», el líder de IU quiso mostrar su respaldo a los colectivos de la capital que ahora mismo andan envueltos en sus respectivos conflictos laborales. Estibadores, bomberos y camareras de piso, entre otros.

Garzón tampoco dejó pasar por alto la actualidad informativa del día y valoró los escándalos de corrupción que están salpicando al PP a nivel nacional. «Si Mariano Rajoy hubiera dimitido antes, España no tendría que pasar vergüenza de ver a un presidente en un juzgado», subrayó ante los futuros periodistas de mañana.