­Hace años que la cofradía de la Expiración decidió modificar su recorrido para evitar la calle Carretería por los problemas que tenía la procesión al pasar por allí. El Rocío, saliendo desde hace décadas la última del Martes Santo, pidió salir a las tres de la tarde, lo que consiguió en 2010 para encerrarse mucho antes y pasar muy pronto, en torno a las cinco de la tarde, por esta vía sin cuya Tribuna de los Pobres no se entendería la Semana Santa. Sin embargo, la estampida de la madrugada del Lunes Santo, que originó varios heridos y un importante daño patrimonial a la hermandad del Cautivo, y los problemas que tuvo la Policía Local para aliviar las zonas de evacuación en la arteria en la sobremesa del Jueves Santo, tomadas por sillas, sillones, mesas y sofás, han hecho que todos los colectivos implicados en el hecho cofrade se planteen si merece la pena seguir pasando por allí y si no habría que endurecer la mano con quienes ocupan la vía públicaendurecer la mano de esa manera.

El problema es complejo, porque se enmarca dentro de un replanteamiento general que están haciendo las cofradías de cara a 2018: está todo en cuestión, horarios e itinerarios, ayudado por los cambios sociales, ya que antes se prefería la madrugada, ahora muchos quieren desfilar por la tarde noche, cuando hay más público y los problemas de seguridad se reducen. El nuevo itinerario orilla Carretería o la reduce a su mínima expresión: Plaza de la Constitución, Larios en sentido inverso, calle Martínez, Atarazanas o Puerta del Mar, Alameda en sentido actual, rotonda del Marqués de Larios, plaza de la Marina, Molina Lario, acabando junto a la Catedral. Es decir, serán pocas las que tengan que pasar por allí, aunque está por ver quién renuncia a la Tribuna de los Pobres. Pero llegar a un acuerdo parece complicado, aunque el tono indica que sí es posible. El Cautivo ya ha recordado que ha sufrido problemas de seguridad en Carretería otros años, por lo que quiere seguir los pasos del Rocío y salir la primera del Lunes Santo, algo posible si hay voluntad.

El concejal de Seguridad, Mario Cortés, asegura que la Policía Local tuvo que echar mano de toda su sapiencia en concentraciones humanas para no detener a nadie en la tarde del Jueves Santo en Carretería, tomada poco antes de que pasara Viñeros por sillas y sillones, incluso taponando las vías de evacuación, algo que prohíbe expresamente la normativa municipal. En vez de hacer detenciones, lo que hubiera degenerado en un problema de seguridad pública, se acordó despejar esas vías. «Hemos de hacer un análisis serio sobre esa tradición de sacar sillas a la calle, debemos evitar que se coloquen en vías de evacuación y ver si las vamos a autorizar en toda la calle o no», dijo a este periódico, para luego concluir: «Sí, nos planteamos multar en el tema de las sillas, se pretende que no ocupen las vías de evacuación».

Es un tema impopular, pero parece que una cosa es lo que se opina en público y otra lo que se dice en privado: las redes sociales se han llenado esta Semana Santa de fotos de Carretería tomada por las sillas, sillones, mesas y sofás. Sin embargo, en una encuesta efectuada por este periódico, el 78% de los que votaron ven acertado que se multe a quienes ocupen la vía pública en la Semana Mayor.

Cortés avanzó otras medidas que se están pensando: aplicar al paso del Cautivo por Carretería el mismo dispositivo de seguridad que se crea para Mena el Jueves Santo, señalar las vías de evacuación o, cuando se cambie el recorrido, distribuir mejor las sillas del itinerario oficial, dejando más libre calle Larios, por ejemplo.

La avalancha se originó por una reyerta, tras lo que se produjeron tres detenciones, pero Cortés recordó que no depende de la hora ni de si se bebe alcohol o no, sino de la psicosis colectiva que existe ante las noticias diarias sobre atentados en diversas capitales. No se trata ya de que las sillas ocupen Carretería, sino que se generalizan en calles aledañas que no se habían visto afectadas hasta ahora. Para Cortés tampoco es un problema de horario, como plantea el Cautivo.

El presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, Pablo Atencia, alaba el trabajo de la policía e insiste en que nuestra Semana Mayor es segura, pero también está a favor de eliminar las sillas de Carretería. En esa zona, dijo, «se produce una ocupación no autorizada de la vía pública y, como tal, la Administración Local tiene que tomar medidas que lo eviten», aunque no fija su posición en cuanto a si debe ser una sanción económica o simplemente una retirada, ya que eso le compete al Consistorio.

La Agrupación, insistió, se solidariza con el Cautivo. En cuanto a cambiar el horario de esta cofradía, cree que eso debe discutirse en el seno de la comisión afectada entre los hermanos mayores del Lunes Santo, algo que trabaja desde ya.

El portavoz de la gestora de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo, Óscar Agudo, fue contundente respecto a las multas: «Apoyamos la medida, si es ilegal, es ilegal siempre», y se quejó de que una embarazada o los enfermos deben abandonar el Centro en fechas de este tipo porque muchas veces las vías de evacuación o son escasas o están ocupadas. Javier Frutos, vocal de la Asociación de Hosteleros Mahos-Amares, declaró: «No nos parece mal lo que se haga para mejorar la seguridad, pero no sólo se puede incidir en eso». En su opinión, la imagen que se da no es la más «recomendable». Ambos creen que el tema es global.