«No tuvimos derecho a ello». Cuando Patxi López recordó esta semana en Málaga la fecha del 1 de octubre, todavía se le ponen los pelos de punta. El derrocamiento cruento de Pedro Sánchez, en aquel fatídico comité federal tuvo su origen en la fuerte división interna que vivía el partido y que perdura hasta el día de hoy. Dio algunos detalles en su visita a Málaga y a algunos se le cambió hasta la cara. Con lo que cuesta levantar el frágil constructo de la credibilidad y lo fácil que resulta derribarlo. Según el candidato a liderar el PSOE, bastó con cinco minutos de espectáculo sangriento en horario de sobremesa. Quizá se pudo haber hecho con más decoro, que fue otra de las cosas que se perdió, pero el desenlace estaba escrito porque aquel bochorno fue el reflejo de una fractura interna que se entiende como histórico. «El partido ha vivido muchas crisis en sus 140 años, pero nunca ha estado tan dividido», explicó en su puesta de largo en la capital, a la que acudieron varios integrantes de la llamada vieja guardia del partido: José Asenjo, José María Ruiz Povedano, Juan Carlos Lomeña, José Luis Marcos o Pedro Villagrán son algunos de los que estuvieron presentes. Algunos de ellos sólo para escuchar el mensaje de López, pues su voto están con Pedro.

El socialista vasco quiere caminar hacia delante, pero no «pasando página como si hubiera pasado nada». Otros, al mismo tiempo, estaban mirando páginas, pero para confeccionar la lista mental de a quién hay que borrar de la lista de los futuribles. De la dinámica de la división es muy difícil salir, cuando se ha construido la posición de fortaleza en torno a ella. «Está reunida toda la juventud ahí», dijo alguien que apoya sin fisuras la candidatura de Susana Díaz en tono algo burlón sobre el acto de apoyo a López.

No se trata tanto de constatar que en el PSOE se ha instalado el rencor como de constatar que todavía sigue instalado. Ese lenguaje que utilizan algunos dirigentes para referirse a sus compañeros no ha ido mutando mucho hacia el respeto y corre el peligro de intensificar su beligerancia de aquí al 21 de mayo. Hay nervios porque hay mucho en juego y la provincia de Málaga no es una excepción. Susana Díaz será la próxima secretaria general del PSOE si se cumple la teoría de que el aparato siempre gana. Ella quiere ser la apagafuegos, pero harán falto algo más que extintores después de quemar las naves y el 22 de mayo el partido seguirá tan dividido como el día de las primarias.Relaciones tensas

Los personajes son interesantes, que duda cabe, para describir la situación que se está viviendo en el PSOE de Málaga. La dirección provincial es muy hábil levantando grupos de apoyo y el último ha sido el de Torremolinos, donde se congregaron los alcaldes y portavoces más importantes que tiene el partido en Málaga. Pero, ni de lejos, las tiene todas consigo. Ahora mismo hay un hombre que está atormentando y personifica la corriente contraria a la vía oficialista: Jorge Gallardo.

El alcalde de Cártama se ha declarado abiertamente de Pedro Sánchez. Algo que no es noticia, ya que se desplazó en su momento hacia Granada para respaldar al exsecretario general en uno de sus primeros actos de campaña de estas primarias. Gallardo ha causado revuelo con una publicación en su muro personal de Facebook, en la que deja claro que la intención de derrocar a Sánchez se venía cocinando desde lejos. Bajo una imagen de un fraternal abrazo, el alcalde de Cártama fijó las siguientes palabras para describir lo que le bisbisó al oído: «Hace un año de esta publicación y en esta foto le estaba avisando de que le estaban haciendo la cama. Poco me equivoqué». Trazos contundentes que le han situado solo en el campo de batalla. Gallardo cuenta a su favor con el hecho de ser el único alcalde del PSOE en la provincia que gobierna con mayoría absoluta y sin necesidad de pactos. «Está fuerte en Cártama», admiten fuentes del PSOE, a la vez que aseguran que cuenta con un sector crítico que no comulga él.

Convencidos de que las últimas destituciones en el Ayuntamiento se han debido al apoyo mostrado a Díaz por parte de los afectados. «Lo que predica fuera de Cártama no lo aplica en su propia agrupación», aseguran. Además, recuerdan que Gallardo fue incapaz de cumplir con sus compromisos adquiridos con el Hospital de Cártama, lo que atrasó de manera dilatada su apertura. «Para tapar su incumplimiento, culpó a la Junta de Andalucía. Mucha lealtad con su partido no demostró», lamentan fuentes del PSOE. Este tipo de dinámicas no tienen final, porque en esas está ahora mismo el partido en la provincia. Salvo que por milagro gana Sánchez las primarias, no hará falta disolver el partido y poner una gestora en la provincia. Lo de menos es ahora todo lo demás. Sólo importan las primarias, con sus salidas de tiesto para regocijo de los asistentes neutrales. Sobre todo, los del PP.

Convivencia sana

Un remanso de paz en mitad de un mundo socialista en llamas representa Fuengirola. En la agrupación socialista del municipio están demostrando que se puede convivir en paz, a pesar de apoyar a los diferentes candidatos a las primarias. Uno mira la ejecutiva y el reparto es equitativo. El secretario de Organización, Juan Pinto, apoya la candidatura de Pedro Sánchez. Juan Serrato, portavoz del PSOE, respalda a Patxi López, y la secretaria de Igualdad, Trinidad Gómez, se ha sumado a la candidatura de Susana Díaz. ¿Cómo no sentir cierta curiosidad ante este ejemplo de fraternidad entre compañeros? Tal y como se han puesto las cosas?

La carrera por los avales

El luto por Carme Chacón y la interrupción momentánea de la campaña ha dado paso otra vez a la movilización por el voto. Espera otro episodio de guerra fratricidaElla ha decidido otorgarle a la recogida de avales categoría de premonición. Para Díaz, ganar las primarias pasa por ganar esta primera fase que ya está en marcha. Desde la dirección provincial y los diferentes grupos de apoyo, se ha puesto en marcha toda la maquinaria para arrancar un aval a cada afiliado. En las agrupaciones se conoce a todo el mundo y la dirección provincial ha demostrado de sobra su depurada capacidad para tener identificado al personal. «La recogida va bien por toda España y en la provincia», se limitan a comentar los que manejan los hilos del partido. El sueño sería lograr un 80%-20%. Se sabe que está puesta en marcha toda la maquinaria y que la presidenta de la Junta luego va a ir provincia por provincia para comprobar la cantidad de avales que se han podido recaudar. Vienen semanas interesantes, qué duda cabe.

Relación fría en Podemos

Pablo Iglesias está hoy en Málaga para apoyar a los bomberos en el conflicto laboral que mantienen con el Ayuntamiento. Por la mañana, participará en la manifestación que se ha convocado por parte del cuerpo y, a partir de entonces, agenda abierta. No sé sabe aún si pasará la tarde junto a Alberto Montero. Bien se sabe el el secretario general de Podemos en Málaga es errejonista por convicción, aunque asegura que su relación con Iglesias es buena y fluida. No debe ser tan así, si como pasó, se enteró de la llegada de Iglesias a Málaga por la prensa. Vidas y simpatías en Podemos van en paralelo.