La asociación Moto y Vida, de Mérida, busca recaudar 8.000 euros para ayudar a Guille, un niño malagueño de ocho años al que le tuvieron que amputar hace dos años una pierna por un cáncer de huesos o de Erwing. La historia de esta iniciativa solidaria se remonta a hace dos años, poco tiempo después de que Guille pasara por quirófano. Según relata a Europa Press el delegado de Andalucía de esta asociación, André Feyaerts, fueron unos amigos de la Guardia Civil de Málaga quienes, tras conocer a Guille, decidieron hacerle un pequeño homenaje. Le dieron regalos y conocieron a su familia. Feyaerts, entonces, decidió seguir su caso.

Un año después, aproximadamente, en octubre de 2016, Moto y Vida dio un paso más y decidió apadrinar al chico. El apadrinamiento se hizo durante su VII aniversario, organizado en la Costa del Sol. En cada convocatoria de la entidad, el niño acude con su familia para comer todos juntos, y en algunas de estas convocatorias, venden comida y bebida a los participantes para recaudar fondos para su caso.

En concreto, lo que necesita Guille, según expone Feyaerts, es una prótesis con articulación, ya que la que le cubre la Seguridad Social es rígida, lo que debido a la corta edad del niño, imposibilitaría su desarrollo físico. «A su edad, es evidente que se va a deformar la columna, porque va a estar cojo todo el tiempo, y las prótesis con articulaciones pueden evitar eso en gran medida y le va a dejar vivir una vida mucho más digna. Una pierna de estas está alrededor de 8.000 euros», subraya.

Además, este tipo de prótesis articuladas sólo valen para dos años, con lo que la asociación necesita ir renovando esta cantidad de dinero para prótesis nuevas. A todo ello, hay que sumar los imprevistos. «Entre medias, una de esas piernas articuladas se rompió, y su reparación tuvo un coste de unos 2.000 euros», según lamenta Feyaerts, que lo que más desea es «que el chico tenga una vida digna».

La entidad tiene claro por qué decidió ayudar a Guille y su familia. «El chico mismo vale la pena», señala el delegado de la entidad, quien le describe como un niño «extraordinario» y «formidable».