Claro, lo típico. Esta juventud se interesa por todo menos por lo que pasa en el Congreso de los Diputados. Eso también explica que cada vez sean menos los jóvenes que militan en un partido. Es el pensamiento que está en la calle. Los partidos políticos tienen poco glamour, para qué engañarnos, y la espiral de casos de corrupción no ha hecho más que machacar su casi inexistente fama. Por ello, aunque sólo fuera por celebrar que quedan excepciones, ya cabe festejar el congreso nacional de Nuevas Generaciones que tuvo lugar el fin de semana pasado en Sevilla. Los primeros que tienen que arrimar el hombro si quieren son ellos. Y merecen un poco de atención mediática. Sobre todo, sabiendo que lo que se puso en marcha este sábado va a suponer un cambio que también afecta a Málaga.

Tiene su dosis de tragedia que sea tu propio partido el que te informe de que te estás haciendo viejo. Como ese carnet joven que deja de brindar descuentos en aquel restaurante, ese en el que nunca comiste, a Luis Verde se le ha revelado que ya no puede seguir como presidente de Nuevas Generaciones. Los estatutos de la formación marcan el límite en el que se deja de ser joven, al menos políticamente, en los 30 años. Verde cumplirá 32 en pocos meses y dejará la presidencia que lleva ejerciendo desde que fue elegido por primera vez en enero de 2009, tras la celebración del próximo congreso provincial. La formación juvenil copia los procesos estructurales de su partido matriz y, como tal, antes toca finiquitar el congreso regional. En todo caso, según las palabras del propio Verde, «siendo pesimista, el congreso provincial tendrá lugar en septiembre o octubre».

Esto significa, a la vez, que la formación se expone a una nueva lucha por el poder. Aunque nadie quiera utilizar estos términos, siempre hay una pugna cuando no hay un sucesor claro. Hasta aquí hay, ahora mismo, dos nombres sobre la mesa que se disputarán el cargo que deja Verde y tampoco habrá más. Son Enrique Rodríguez y Dolores Caetano. El primero, ocupa en estos momentos cargo de vicesecretario de Educación dentro de NNGG, mientras que la segunda ejerce de vicesecretaria en Málaga. Cuesta mucho imaginarse un acto del partido en el que algunos de los dos no haya estado. Un buen comienzo, sin duda, si se quiere aspirar a algo, aunque Rodríguez cuente con la ventaja competitiva de haber acumulado experiencia ejerciendo de director de distrito, hasta que estos cargos quedaron amortizados a principio de año. También sabe que puede contar con el respaldo de Carolina España, con la que ha trabajado de forma conjunta en varias campañas electorales.

El cliché anti formaciones juveniles se ha impuesto en la sociedad, pero hay gente que todavía se identifica con su partido. El pasado confirma que Nuevas Generaciones ha sido siempre un buen trampolín para llegar a la política institucional. Juanma Moreno, Elías Bendodo, Mario Cortés, Elisa Pérez de Siles...y la lista se podría alargar.

Podemos pide explicaciones. En Podemos han vivido con estupor el entierro de José Utrera Molina. Después de que se entonara el Cara al Sol en forma de últimos honores, la formación morada exigió ayer explicaciones a Antonio Sanz. Consideran que se habría violado la Ley de Memoria Histórica. En palabras de su secretario de Comunicación, Pablo Pérez, se trata de «una exaltación del franquismo, que supone un acto ilegal». No desaprovechó, en todo caso, la ocasión y barrió para casa: pidió, en este sentido, a Sanz que aplique la misma determinación que mostró para quitar la bandera de la República en Cádiz.