Entre 100 y 150 taxistas se han concentrado esta mañana frente la sede de Fomento de la Junta de Andalucía en Málaga, ubicada en la calle San Juan de la Cruz, una manifestación para reivndicar que no se entrenguen más licencias VTC (Vehículo de Turismo con Conductor) y que no ha contado con el apoyo de las grandes asociaciones del gremio.

La cita estaba prevista a las 11.00 horas y solo una minoría del sector ha acudido, según ha informado el vicepresidente de de Aumat, Juan González. El motivo principal por el que las grandes asociaciones como Aumat, Taxi Unión o Amat no han acudido es porque este problema está en vías judiciales y desde el Ministerio de Fomento "no pueden hacer nada". "Estamos a favor del espíritu de la concentración y respetamos a todos los compañeros que han ido pero no está en manos de la administración rectificar la proporcionalidad de licencias VTC", ha resumido González, que reitera que no están en contra de quienes han ido. Los asistentes pertenecen en gran medida a Elite Costa del Sol.

Como publicó La Opinión de Málaga ayer, la ciuad tiene 556 licencias VTC y se sitúa como la tercera provincia de España con más licencias solo por detrás de Mádrid (2.205) y Barcelona (767), un asunto que ha encrespado los nervios del sector en los últimos meses y solicita que culmine la expedición.

Para ir a la raíz del conflicto hay que remontarse a 2009 cuando la ley dejó las puertas abiertas para solicitar este tipo de licencias, según ha informado el representante de los asalariados del taxi en Málaga (CGT), Arturo Kindelán. Tras varias modificaciones en los años sucesivos, en noviembre de 2015 culminó el vacío legal pero todas las tarjetas solicitadas antes de esa fecha están pendientes de ser entregadas, o no, previa decisión de un juez. "Nos tendríamos que haber manifestado en 2009 que es cuando se puso la semilla pero no sabíamos qué pasaría", ha expuesto el representante.

Las grandes asociaciones que representan al sector abordan esta nueva situación a través del sector administrativo y judicial, sin embargo, el propio Kindelán ha expuesto que el cliente tiene quiere un precio cerrado. "El taxi está perdiendo mercado porque no le está dando al cliente lo que quiere", ha concretado.