El área de Sostenibilidad Medioambiental ha contratado con la empresa Andaluza Tratamientos Higiene S.A. (Athisa) la ejecución del plan extraordinario de actuación contra los mosquitos en el entorno del paraje natural del Guadalhorce.mosquitos

Este plan se desarrollará por un periodo de cinco meses, a partir del 1 de mayo, con un coste total de 21.670,57 euros, por lo que permanecerá activo hasta el próximo mes de septiembre, también incluido.

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, explicó que esta iniciativa permitirá prolongar durante el verano (la época del año más propicia a la propagación de los mosquitos) la intensificación de las actuaciones de control que está desarrollando ya el Ayuntamiento tanto en la zona de Guadalmar como en el entorno de Sacaba y Parque Litoral, mediante la realización de fumigaciones y la colocación de trampas. El concejal expresó además su satisfacción por que el Parlamento andaluz «haya reconocido que el control de los mosquitos en el paraje del Guadalhorce es competencia de la Junta de Andalucía».

«El Parlamento andaluz ha respaldado la petición que ha hecho el Ayuntamiento de Málaga a la Junta de Andalucía para que se implique en esta lucha cuyo objetivo final no es más que es el bienestar de todos los ciudadanos que viven en ese entorno», declaró.

El área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento aportó recientemente a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta una propuesta para actuar de forma conjunta en la vigilancia de los mosquitos en el paraje natural y su entorno, propuesta que según Jiménez «sigue sobre la mesa como invitación a trabajar en común».

El plan extraordinario contratado recoge que el control de mosquitos en las zonas exteriores limítrofes al paraje del Guadalhorce se realizará mediante el uso de insecticida adulticida empleando dos tipos de equipamiento. Por un lado, una carretilla pulverizadora dirigida hacia las zonas de refugio diurno de las poblaciones de mosquitos; por otro, un cañón pulverizador denominado tifón, montado sobre un vehículo adecuado al terreno sobre el que se actúa.

Este cañón, además de permitir la aplicación del producto sin necesidad de que ningún operario manipule la sustancia, tiene un alcance de 30 metros y funciona sin causar excesivo ruido. La dosificación del biocida permitirá el aprovechamiento integral de la sustancia, con una producción de residuos y una afectación del medio ambiente mínimas, explicaron desde el Consistorio.

Además de la fumigación, el programa prevé la colocación de 16 trampas tipo BG Mosquitaire dotadas con una sustancia olorosa de gran capacidad de atracción para los mosquitos adultos, que son succionados hacia su interior.