La Audiencia Nacional ha condenado a Antonio González Moral y Paul Alexander van Zijll, a tres años y doce meses de cárcel, respectivamente, como autores de un delito de estafa continuada a través de la agencia de viajes Mundo Mágico, que afectó a 663 clientes.

En una sentencia conocida hoy, la sección tercera de la sala de lo Penal considera acreditado que los acusados "engañaron" a los usuarios para que éstos contrataran una serie de servicios a sabiendas de que no podían suministrarlos y "con el sólo objetivo de quedarse con su dinero".

El tribunal, que aplica como atenuante las dilaciones indebidas en un proceso que data de 2003, asume el criterio del Ministerio Fiscal y habla de una "estafa piramidal" en tanto que los primeros clientes en ser captados pudieron disfrutar de los servicios pagados con las cantidades que depositaban otros consumidores.

Con sede social en Benalmádena, Mundo Mágico Tours se dedicaba desde 1998 a la venta de semanas de multipropiedad en complejos vacaciones, y posteriormente evolucionó a la oferta de paquetes turísticos mediante su afiliación a un club de servicios vacacionales.

Unos 4.000 clientes de toda España perdieron cantidades que oscilaban entre los 3.000 y los 12.000 euros, después de pagar, al contado o a través de entidades financieras, programas de vacaciones o alojamientos en régimen de multipropiedad a Mundo Mágico Tours, que presentó suspensión de pagos en 2003.

Ahora la sala que preside el juez Alfonso Guevara atribuye la máxima responsabilidad a González Moral, quien controlaba la compañía en su condición de administrador único o a través de empleados, a los que designaba "en algunos casos, sin saberlo, y en otros con excusas" como algunos de los testigos que comparecieron en el juicio, celebrado el pasado febrero.

De esta forma, desarrolló una mecánica con la que pretendía "atraer a los clientes a sus instalaciones donde, aparentando una solvencia patrimonial y una capacidad para cumplir los compromisos vacaciones que ofrecía y contraía" pese a saberlos inexistentes.

Los magistrados destacan a Van Zijll por su participación "directa, material y voluntaria" en la estafa al poner en contacto con Mundo Mágico a muchos de los clientes de su empresa aún conociendo que "no iba a hacer ninguna gestión y con el único fin de recaudar dinero para si".

La sala absuelve, en cambio, a BBVA y Banco Santander, señaladas por la acusación de la asociación Acama como partícipes a título lucrativo por su relación con Mundo Mágico, a las que exime de cualquier responsabilidad civil.

No así los dos condenados, que deberán resarcir a los perjudicados por la estafa en las cantidades a determina una vez que la sentencia sea firme.