«Susana, a día de hoy, ya tiene más avales en Málaga de los que consiguió Pedro Sánchez en las últimas primarias». Lo afirmó un dirigente del PSOE a más de una semana para que se cierre oficialmente el plazo estipulado. Hay tiempo hasta el próximo 4 de mayo. Lo que podría ser considerado como un mero formalismo, se quiere revestir como el primer gran golpe de efecto. O sea, un aval como el equivalente a un voto el próximo 21 de mayo. Resume el cómo la dirección del PSOE Málaga está afrontando esta primera fase. Camelarse a los afiliados indecisos y no permitir que se escape ni uno de los que ya están convencidos. Todos los esfuerzos en el PSOE de Málaga se centran en llevar a Susana Díaz a Ferraz y no se quiere oír hablar de una posible derrota.

Lo que parecería extraño es que con tanta actividad orgánica quedara tiempo para otras cosas. No es así y la realidad está desmitificando a la teoría del político superhéroe. Fue invocada por Verónica Pérez, antaño fugaz máxima autoridad del partido, pero está siendo desmentida por los propios cargos socialistas. Lo admiten cuando se habla con ellos a solas: «Ahora mismo no hay otra cosa que las primarias». Si uno afina la mirada, en la calle vuelven a verse diputados y concejales pateándose la capital y los pueblos de la provincia en busca de avales. Un intenso, poco gratificante, puerta a puerta que sirve para recordar a cada uno cuál es su sitio. Qué fácil es presumir de humildad, pero qué difícil resulta abandonar la zona de confort de los despachos para ir a pedir avales por La Luz o Miraflores.

No hay secretismos para el oficialismo, que reconoce que maneja un censo detallado de cada afiliado. En qué agrupación está y si es afín o no a la corriente susanista. La descripción de trabajo de muchos cargos socialistas se correspondería ahora mismo con el de un emisario que lucha por la causa. Basta con observar, por ejemplo, la agenda de Cristóbal Fernández en las últimas semanas. El secretario de organización se está recorriendo las casas del pueblo más recónditas de la provincia para propagar el mensaje. Como un cura que busca la catarsis, no cesa en el empeño. La cosa está saliendo bien según aseguran desde el partido. Si ya se ha mencionado que se ha roto el techo histórico de avales en la provincia, ésta sería la tónica general para toda Andalucía.

«El problema no lo va a tener en aquí», reconocen fuentes de la plataforma de apoyo a Pedro Sánchez. Son menos, pero bien organizados y aseguran que cuentan con los afiliados de base. Tras unas semanas en las que Sánchez ha probado que mantiene tirón, se sienten optimistas. Sin nada que perder, los nervios, explican, están empezando a calar en la dirección provincial. Faltaba un espaldarazo de peso y vino por los expresidentes socialistas de la Diputación. La vieja guardia estará presente y sólo es cuestión de cuadrar las fechas ver al exsecretario en Málaga, que ya ha comprometido su presencia.

El PP mira al congreso. En periodismo hay un concepto denominado kilómetro sentimental. Es algo que todo estudiante recuerda de los primeros días de carrera. No es un juicio de valor definitivo, pero define el interés que se le da a un hecho. A más distancia, menor interés. Resulta, ahora, que la previa al congreso provincial del PP de Málaga está coincidiendo de lleno con una nueva oleada de casos de corrupción política en el PP. Aunque la distancia geográfica que separa a ambas capitales es escasa, el tratamiento que se le ha dado a los escándalos que rodean la gestión del encarcelado Ignacio González por parte de los populares malagueños, es como si lo del PP en Madrid les pillara en la otra punta del mundo. Elías Bendodo siguió el esquema general y se remitió a un escueto comunicado oficial que había enviado su partido desde Génova, en el que se informaba que González había sido despojado de su afiliación.

No es así, sin embargo, en el seno interno del PP de Málaga, donde fuentes del partido confirman que sus dirigentes están asistiendo avergonzados y abochornados al goteo diario de las nuevas golfadas que están saliendo a la luz.

Es preocupante que un partido se mantenga callado ante hechos de tal gravedad. Por ello, fue el propio Bendodo quien luego sí decidió dar un paso adelante y condenar a los corruptos dentro de su partido. En Benamargosa quiso dar a entender que el PP no ejercerá como cortina para tapar las vergüenzas de nadie y desligó al partido del comportamiento individual de cada uno. Viajó a Benamargosa dentro de un especie de gira precongreso que proseguirá por todos los municipios con el fin de proyectar la unidad que existe en torno a su liderazgo.

Porque para Bendodo, si no fuera por los fantasmas de la corrupción que salpican desde fuera, solo habría ahora mismo motivos para la felicidad. El viernes fue elegido por unanimidad como nuevo presidente del PP. Claro, tampoco había una candidatura alternativa. Otro punto que viene a confirmar que su liderazgo dentro del partido es fuerte. Si uno ve lo que está pasando en el PP de Sevilla, esto es un mar en calma. Virginia Pérez ha desmontado de golpe el cuento de que son los afiliados del PP los que deciden sobre las ejecutivas de su partido, denunciando que la presidencia de Juan Bueno está siendo impuesta desde la «dirección nacional y regional del partido».

Con este follón, la verdadera cuestión es saber si Bendodo puede sacarle provecho a la paz que se respira en Málaga y así fortificar su figura a nivel regional. Este miércoles, el líder de los populares malagueños tenía previsto un viaje que canceló a última hora, cuando supo que Juanma Moreno iba a estar ese día en Málaga. La próxima vez que ambos coincidan seguramente sea ya en el propio congreso a finales de mayo, que contará con un día para resaltar a la figura de Bendodo.

Por lo pronto, mañana, 1 de mayo, Bendodo coincidirá de nuevo con Francisco de la Torre. Ya se apuntó que ambos están intensificando la coincidiencia de sus agendas para despejar los rumores sobre su supuesta mala relación. Pero que nadie se haga grandes ilusiones.

Ana Mata por Ana Mula

Quedan apenas dos años para que se celebren unas nuevas elecciones municipales. Parece mucho tiempo, pero todo el mundo sabe que en política el tiempo, además de volar, también es oro. En el PP han anunciado en reiteradas ocasiones que quieren tener perfilado su cuadro de candidatos a las alcaldías para la primavera de 2018. Donde puede haber un cambio es en Fuengirola. Ana Mata, actualmente vicepresidenta de la Diputación, podría sustituir a Ana Mula al frente de la candidatura. Fuentes del Ayuntamiento de Fuengirola aseguran que es algo que se comenta con insistencia en los pasillos. Mata cuenta con el respaldo de Bendodo, eso está seguro. Otra cosa es que Mula le deje.

Además, también está Esperanza Oña. Su palabra casi es la ley.