Diecisiete profesionales especialistas en Medicina de Familia se jubilarán este año. Una cifra que, aunque a priori no es demasiado alta, alerta de una tendencia al alza. En los próximos diez años se retirarán un total de 483 médicos, lo que supone el 35% del total, pues en la actualidad 1.364 se encuentran en activo en los distintos centros sanitarios de la provincia de Málaga.

Esta cifra preocupa al Colegio de Médicos de Málaga, que lleva alertando varios años de la falta de recambio en algunas especialidades.

Junto a los médicos de familia, los pediatras (el 31%), los ginecólogos (el 24,6%), los anestesistas (24,8%), los traumatólogos (25,8%) y los oftalmólogos (36,2%) están en peligro de extinción. Un cuarto de ellos se retirará en unos años sin aparente recambio generacional.

En este sentido, el presidente del Colegio de Médicos, Juan José Sánchez Luque, muestra su pesar ante el envejecimiento de la población médica en la provincia. Así, advierte de que son tres las claves que han complicado la situación. La primera de ellas, la puerta de entrada a las facultades de Medicina y la de acceso al MIR junto a la fidelización del médico joven que finaliza su especialización.

«La apertura indiscriminada de plazas en la Facultad creó una plétora de médicos que llevó al paro e inclusive a abandonar el ejercicio de la profesión hace décadas. Actualmente el escenario es diferente.Estudiar medicina se ha convertido en un reto académico y lograr una puntuación de corte para poder hacerlo en una odisea», agrega el médico, que apunta a la preparación del MIR como nuevo obstáculo en la trayectoria profesional. En este sentido, considera importante reflexionar y ajustar las plazas a las necesidades no de presente sino de futuro.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sanidad, en general, es a la fuga de talentos pues se ha producido un éxodo a otras comunidades autónomas y países, fruto de la inestabilidad laboral. «El sector público no ha sembrado en estos años y se añade que el sector privado de la medicina en la provincia sí ha sabido fidelizar al médico joven», apunta Sánchez Luque, que considera que las consecuencias están ahí ahora «y en los próximos años se añorarán a los que se fueron que en muchos casos no querrán volver». Así, apunta a la precariedad como principal causa de la fuga de talentos: «Los contratos inmerecidos con condiciones en precario que se han ofrecido a médicos jóvenes muy bien cualificados. Estamos hablando de contratos por horas, al 33 por ciento o por guardias de fines de semana», señala el médico.

Para Sánchez Luque la solución reside tanto en la necesidad de más facilidades para cursar la carrera de Medicina, así como que el acceso a obtener una plaza como residente, esto es prepararse el examen conocido como MIR y la necesidad de un programa de fidelización del médico joven cuando termina su especialidad. Así, se pregunta qué es del especialista una vez concluye su periodo de formación, entre 5 y 6 años en los hospitales y centros de atención primaria públicos.

Especialidades

En lo que se refiere a las especialidades, alerta de que la de pediatría, traumatología, anestesiología e incluso medicina de familia, que hasta ahora no había aparecido con datos de jubilaciones previstas elevadas, empiezan a tener problemas.

«Los médicos de familia también han ido acumulando años y los datos son para reflexionar, más aún si cabe cuando los jóvenes están encaminando su trabajo hacia la medicina de urgencias ante las condiciones de presión asistencial y falta de motivación en los centros de salud. Este dato también debe alertar y además tiene un factor añadido: las plazas MIR de medicina de familia cada vez aparecen como menos atractivas para su elección y son escogidas en los tramos finales del proceso de selección», agrega Sánchez Luque.

Para la institución, hay una serie de problemas directos que han ocasionado esta desmotivación respecto a la medicina de familia. Así, señala la necesidad de una segunda reforma en Atención Primaria, reclamada desde el Colegio de Médicos desde hace años. «Queremos volver a la medicina de los centros de salud que se ejercía en la década de los 90 y que se ha ido perdiendo en el camino, la incorporación de nuevas tecnologías en la práctica asistencial y la apuesta seria por una carrera profesional acorde que motive al médico de familia», indica el profesional, que cree que los anuncios de la administración autonómica de reforma son de trazo difuso, «medidas de maquillaje», apunta.