Miles de personas participaron este lunes en Málaga en la manifestación del Primero de Mayo en la que los sindicatos CCOO y UGT, bajo el lema «Empleo estable. Salarios justos. Pensiones dignas. Más protección social. No hay excusas», denunciaron las altas tasas de precariedad laboral y los bajos salarios que presiden el mercado laboral. Las centrales sindicales, que quieren que el crecimiento económico deje ya beneficios claros a la castigada clase trabajadora, emplazaron por un lado al Gobierno a que «cambie el rumbo de las políticas de austeridad neoliberales» y por otro a los empresarios a que desbloqueen la negociación de los convenios colectivos.

La marcha, que arrancó de la Alameda de Colón pasadas las 11 de la mañana y que llegó a su destino, la plaza de la Constitución, pasadas las 12.30, fue este año el acto central del Primero de Mayo en Andalucía y contó con la presencia de los secretarios generales de CCOO y UGT en la comunidad, Francisco Carbonero y Carmen Castilla, respectivamente.

El cálculo de la asistencia a la manifestación tuvo, como siempre sucede, valoraciones muy desiguales según la fuente informante. Desde la Subdelegación del Gobierno se cifró la media de asistentes a la marcha convocada por CCOO y UGT en 2.500 personas, con momentos puntuales durante el recorrido donde se alcanzaron los 3.000. Por su parte, fuentes de los sindicatos la elevaron a 16.000 personas. Hubo también otra manifestación convocada con motivo del Día del Trabajo por CGT y CNT a la que fueron otras 200 personas, añadieron en la Subdelegación.

Carbonero dijo que con la elección de Málaga como lugar de celebración del acto central andaluz del Primero de Mayo se ha querido llamar la atención sobre la «estacionalidad» del empleo generado por la industria turística, una situación que calificó como «una nueva burbuja que no sabemos cuándo puede explotar».

«Andalucía no puede soportar durante más tiempo un crecimiento económico y un gran beneficio en el sector turístico y que sean estos sectores de gran ocupación los que tengan salarios más bajos y exploten a la gente con más intensidad», comentó el responsable de CCOO, que emplazó a instituciones y empresarios a «normalizar las relaciones laborales» en este segmento «para que se comience de una vez a dar y proyectar un turismo de calidad». «A ver si un día vamos a acabar con la gallina de los huevos de oro», advirtió.

Por su parte, Castilla afirmó que «ya es hora de que la recuperación llegue a trabajadores y familias», criticando que esa recuperación de la que presume el Gobierno sólo esté siendo «espectacular» para los empresarios. Además, reivindicó unos «salarios dignos» para que las familias «puedan afrontar un proyecto de vida digno». «Estamos en el ránking como segundo país con más desigualdad después de Chipre en Europa», añadió.

Los sindicatos recordaron varias cifras que revelan el predominio del empleo precario y la reducción de la protección social, algo impulsado a su juicio por las últimas reformas laborales. En Málaga, según dijeron, hay 70.000 personas en continua rotación laboral, casi el 70% de los contratos temporales que se vienen firmando no supera el mes de duración y cerca del 30% de los actuales asalariados tienen ya contratos a tiempo parcial, según explicaron los secretarios generales de CCOO y UGT en Málaga, Fernando Muñoz y Auxiliadora Jiménez respectivamente. También señalaron que en la provincia podría haber 20.000 personas trabajando en la economía sumergida. En materia de protección social, apuntaron por ejemplo que hay más de 80.000 parados que no cobran ningún tipo de prestación.

Los sindicatos afirmaron que este Primero de Mayo es también «un toque de atención» a la patronal para que «desbloquee los convenios colectivos». «No vamos a estar permitiendo que los resultados y los beneficios que está dando el ejercicio 2016 a las empresas españolas no tengan la repercusión medianamente aceptable y digna que debe tener en la sociedad», subrayó Carbonero, reiterando que «queremos que las empresas ganen dinero, pero no queremos que ese dinero vaya sólo a los empresarios y no a la calidad del empleo ni a mejorar las condiciones de compra de los ciudadanos».

A la marcha de Málaga acudieron colectivos con conflictos laborales como los bomberos de Málaga, los trabajadores de Ferrovial Servicios que ofrecen los servicios de a bordo en Renfe, los de la empresa de ascensores OTIS, estibadores, o los trabajadores del Hospital Quirón.

El secretario de comunicación del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) y miembro del comité de huelga de los bomberos malagueños, Andrés Millán, señaló que a la manifestación acudieron unos 50 bomberos (el resto estaba de guardia o en funciones relativas a su encierro o al reparto de octavillas).

«El conflicto se está enconando cada días más. Esto ya es fascismo puro. El alcalde se niega a sentarse con nosotros. No quiere que intermedie el órgano de andaluz de relaciones laborales para sentarse a negociar nuestras reivindicaciones. Nos apuntamos a toda las manifestaciones y actos que sean necesarios con tal de que el alcalde nos escuche de una vez», dijo.

A la marcha también asistieron representantes de formaciones políticas como el PSOE, IU, Podemos y Eqcuo. El secretario general del grupo parlamentario socialista en el Congreso y del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, denunció que el 13% de los trabajadores españoles están en riesgo de exclusión social.

«Trabajar hoy no es garantía de llegar a final de mes», afirmó Heredia, que alertó del «problema importante» con los jóvenes, «con más de la mitad en paro y con los que trabajan cobrando la mitad de la media de un trabajador». Además, recordó que en Málaga el 42% de los trabajadores cobra menos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Por su parte, el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, se mostró partidario de derogar las dos últimas reformas laborales. «La precariedad laboral no es esperanza de futuro, la esperanza de futuro es la recomposición de derechos», apuntó.

En la marcha del Primero de Mayo hubo muchas consignas de rechazo a la corrupción. Las personas que iban tras la pancartas de Podemos cantaron varias veces «Partido Popular, a Soto del Real».