­Málaga está que se come este fin de semana. Y no es una licencia periódística. La Marina Street Food es un espacio gastronómico situado en la plaza de la Marina y que desde el jueves y hasta mañana ha sido la cita para encontrarse con la mejor gastronomía y sus productos. Cocineros malagueños, andaluces y de toda España han organizado catas y han cocinado en directo (showcooking) para todo aquel que se acerque a la plaza.

Un suculento ejemplo es el que se saboreó ayer al mediodía. El público asistente a la cuarta edición del Málaga Gastronomy Festival pudo disfrutar de un costillar preparado al estilo de Argentina, país invitado este año, y en el que estuvo al frente de los fogones una mujer, Soledad Nardelli, pese a que el asado es una tradición fundamentalmente masculina. Cuatro costillares de veinte kilogramos cada uno fueron cocinados a la leña, «porque es mejor que a la parrilla», explicó a Efe Daniel Salomón, que acompañó a Nardelli.

Junto a los costillares, que precisaron de un tiempo de asado de más de cuatro horas, se ofrecieron dos chorizos criollos con cocción de carbón y unos quince kilogramos de entraña, en una cita a la que asistió el ministro de Turismo de Argentina, Gustavo Santos.

Todo fue preparado al estilo argentino, aunque la carne era española, y los responsables del asado confesaron su predilección por la de Huesca, Galicia y Navarra, además del nuevo ganado del sur, el retinto, criado genéticamente en la provincia de Cádiz y que consideran «estupendo».

La preparación del asado está tradicionalmente asociada a un perfil masculino, lo que Soledad Nardelli achaca «al desgaste físico que supone».

Sin embargo, añade que la mujer está cada vez más presente en este ritual argentino que cada domingo reúne a numerosas familias en todos los rincones del país, porque por encima de todo el asado «es sinónimo de compartir», según Nardelli.

Varios son los modos de preparación del asado, como el carbón, la leña o una combinación de ambos, algo que depende del tiempo con que se cuente, pero la chef apunta que «lo importante en realidad es la parte social del asado y disfrutar en familia». Dentro del ritual, también es tradición que se finalice el asado con una frase que no puede faltar y un gesto de agradecimiento: «¡Un aplauso para el asador!».

Elfestival gastronómico continuó por la tarde con una cata de vinos argentinos en el AaulaTROPS dirigida por Mercedes Blasi; una demo de alta gastronomía con productos de Grupo Gallegos preparada por los chefs Richard Alcayde y Robert Nieves o el taller de cocina del pequeño Aimar.

Hoy acaba este suculento festival con un taller de pan artesano con el obrador Juanito y con un nuevo encuentro con el pequeño chef Aimar en el taller San Miguel.