La robótica no es aún una asignatura como tal en Andalucía. En los centros educativos de Madrid, por ejemplo, sí que se imparte como materia curricular. Pero el colegio concertado Manuel Siurot viene desarrollando desde hace dos años en Málaga un proyecto para integrar esta disciplina de forma trasversal en las matemáticas, en la lengua o en el inglés. Porque es importante renovar las formas de enseñar y adaptarlas a las nuevas corrientes metodológicas. El alumno cada vez encuentra más medios para aprender, más allá de la clase magistral, los apuntes o los esquemas escritos en la pizarra. La robótica, en este centro de Miraflores de los Ángeles, es una parte clave en el proceso de enseñanza, una apuesta de hoy por la educación de mañana y por el futuro de los escolares que se forman en sus aulas.

La robótica educativa es un método para adquirir conocimientos desde Infantil hasta la ESO. Para ello, el claustro de profesores del Manuel Siurot se ha comprometido con este revolucionario sistema, y se ha tenido que formar para ahora desarrollar proyectos con sus alumnos, integrando la robótica y la programación en sus actividades lectivas.

Los objetivos, como explica Francisco Sánchez, coordinador de bilingüismo en Primaria y responsable TIC del centro, son diversos. En primer lugar, aprender a través del juego, lo que genera una gran motivación entre el alumnado y permite desarrollar su imaginación. Por otro lado, fomentar el trabajo en equipo, pero también la capacidad de liderazgo. Y la habilidad para resolver problemas. «Todo esto basado en un aprendizaje cooperativo, fomentando valores como el trabajo en equipo, la mejora de la autoestima, la creatividad, el orden, el liderazgo y por supuesto la capacidad de concentración», asegura.

Con la robótica, los alumnos también trabajan el proceso de transición entre el pensamiento concreto y el pensamiento abstracto y a través de ella, «preparamos a nuestros escolares para el futuro, no sabemos qué nuevas profesiones o nichos de mercado va a haber, pero seguro que van a estar relacionadas con las TIC», pronostica Sánchez.

Todo empezó con la compra de un paquete de Lego Scratch,el lenguaje de programación de referencia dirigido a niños, con el que no solo aprenden a programar sino también programan para aprender y comunicar sus ideas e intereses utilizando este recurso digital. Cada vez son más los robots educativos que se programan con este entorno visual por bloques.

El proyecto va asociado también a la internacionalización del Manuel Siurot a través de su participación en los programas Erasmus Plus, con los que también se fomenta el aprendizaje de otras lenguas y el conocimiento de otras culturas. Así, del 27 de mayo al 3 de junio, un grupo de alumnos y profesores viajarán a Letonia dentro del proyecto Robotics goes Europe, al igual que hace unas semanas, Málaga fue ciudad de acogida para escolares del país báltico, y también de Austria y Turquía. «El proyecto va a suponer un antes y un después y la idea es que la robótica forme parte de nuestro currículum», sostiene Germán Jiménez, jefe de estudios del colegio y presidente de la cooperativa.

Es decir, que a través de la robótica, se consigue también la movilidad internacional de alumnos y profesores del centro,como destaca a su vez Patricia Jiménez, jefa del departamento de idiomas, coordinadora general de bilingüismo y responsable de proyectos europeos. Es decir, que la robótica se convierte en una catapulta.

Ana Cuenca, alumna de tercero de la ESO, precisamente, viajará a Letonia. Marta Campaña, de sexto de Primaria, también ha participado alojando a alumnos en su casa. Ambas señalan que la experiencia es «espectacular». «Me ha encantado porque nos permite hace trabajos colaborativos y me ha abierto la mente», dice Campaña, que junto a sus compañeros ha realizado un coche «que obedecía nuestras órdenes».