El número de empresas que entraron en concurso de acreedores en la provincia de Málaga ha repuntado en el arranque de 2017 tras firmar en el conjunto del pasado 2016 el dato más bajo de toda la crisis económica. Según la estadística publicada ayer por al Instituto Nacional de Estadística (INE), Málaga ha registrado 22 nuevos procesos concursales en empresas en el primer trimestre del año, con un incremento de casi el 70% en relación a los 13 que se registraron en el primer trimestre de 2016. La construcción, en el ámbito de la edificación y la promoción inmobiliaria, ha sido el sector más damnificado en este inicio de 2017, al reunir seis de las quiebras empresariales registradas.

El incremento de concursos en este primer trimestre mueve a la cautela aunque de, momento, es sólo un dato trimestral del que no puede extraerse una tendencia. El decano del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, recordó ayer que la tónica general de los últimos años en estas estadísticas es de bajada debido a la «progresiva mejora de la situación económica» pero recordó también que hay muchas empresas que todavía «presentan problemas de liquidez».

Desde que comenzó la crisis, casi 1.200 firmas malagueñas se han visto abocados por sus deudas a entrar en concurso, ya sea de forma voluntaria u obligados por sus acreedores. En 2012, el año con más quiebras de toda la serie histórica, se registraron 193 concursos empresariales. A partir de ese momento, el número de nuevos procesos concursales ha ido bajando año a año. En 2016 hubo sólo 69, la cifra más baja desde 2008. Robles recordó, eso sí, que las estadísticas del proceso concursal no reflejan todos los problemas de insolvencias empresariales.

El decano ya ha afirmado en varias ocasiones que el colapso de casos en los juzgados de lo Mercantil sigue provocando que los procesos concursales se dilaten en exceso, lo que hace que algunas empresas desistan de acudir al proceso concursal por considerarlo «ineficiente». «Los juzgados están haciendo todo lo que pueden para desatascar la situación. El problema es que faltan más órganos judiciales para atender todos estos casos», apuntó Robles, que también reclama una reforma integral de la Ley Concursal para hacerla más funcional y operativa.

En Málaga hay dos juzgados de lo Mercantil, cada uno de ellos con dos magistrados, pero el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha admitido en varios informes que harían falta varios más (se llegó a hablar de ocho) para atender el flujo de trabajo en los plazos adecuados. La actual situación provoca, según el decano de los economistas, que casos que deberían resolverse en un máximo de dos años se dilaten hasta el doble de ese tiempo. A consecuencia de ello, dijo, más del 90% de las empresas en concurso acaban en liquidación (aunque también es cierto que muchas llegan a este proceso en fase terminal).