Pese a los datos macroeconómicos de reactivación pregonados por el Gobierno, la crisis continúa haciendo mella entre los jóvenes. El Observatorio de Emancipación publicado por del Consejo de la Juventud de España pone de manifiesto en su último informe disponible las enormes dificultades que siguen encontrado los menores de 30 años para encontrar un empleo estable y bien remunerado que les permita emanciparse. De acuerdo con los datos recopilados en el estudio, correspondientes al primer semestre de 2016, solo el 18,1% de los más de 1,3 millones de jóvenes de hasta 30 años que hay en Andalucía (o sea, unos 235.200) han podido emigrar del hogar paterno a fecha de junio de 2016. Las tasas son prácticamente similares a las del año anterior y se sitúan entre las bajas de España.

En cuanto a sexos, las menores de 30 años se emancipan más que los hombres. En concreto, y según los datos del Consejo de la Juventud de España, el 21,4% de las mujeres menores de 30 años de Andalucía vivían fuera del hogar paterno a mediados del mientras que en el caso de los varones la tasa de emancipación era únicamente del 14,8%.

El estudio incide en el desempleo y en la precariedad laboral como uno de los principales obstáculos a la hora de que los jóvenes abandonen el hogar de los padres. «La escasa emancipación de la población joven de Andalucía está determinada por su frágil posicionamiento en el mercado de trabajo. En el segundo trimestre de 2016, tan sólo el 29,8% de los y las jóvenes de 16 a 29 años tiene ocupación, lo que constituye la segunda tasa de empleo más exigua de España en este colectivo de edad», señala el informe.

«Por otro lado, las condiciones laborales de la población joven están marcadas por una alta precarización de los empleos. Andalucía ostenta la mayor tasa de temporalidad de las registradas por comunidades y el tercer porcentaje de sobrecualificación más abultado», añade.

En el documento también se analiza la situación de las personas de entre 30 y 34 años, donde los porcentajes sí crecen bastante cuanto a la independencia residencial. No obstante, el 30% del total de 568.000 jóvenes que hay en esa franja de edad en la comunidad (unos 168.000) sigue viviendo en el hogar familiar.

El estudio realizado por el Consejo de la Juventud de España también pone cifra a la precariedad de los jóvenes andaluces que sí han conseguido encontrar una oportunidad laboral. El salario medio es de 10.030 euros anuales. Los que han logrado emanciparse ingresan una media de 12.092 euros al año, mientras que los que residen todavía en el hogar paterno perciben 8.765 euros.

El salario medio es más bajo entre los jóvenes de 16 a 24 años (7.315 euros al año) y va subiendo progresivamente por tramos de edad. Los jóvenes de entre 30 y 34 sí consiguen sueldos más elevados, aunque de media son prácticamente mileuristas. Sus emolumentos son de 14.189 euros al año: 14.616 euros en el caso de los que se han independizado y 12.338 en el de los que viven con los padres.

Sueldo e hipoteca

El estudio, de ámbito autonómico, también ofrece datos provinciales. Concretamente, el del acceso a la vivienda en propiedad con financiación hipotecaria. Según el Consejo de la Juventud, los jóvenes que quieran comprar una vivienda en Málaga tendrían que destinar de media el 63% de su sueldo neto mensual al pago de la hipoteca teniendo en cuenta la actual coyuntura de salarios y de precios de los pisos.

El informe señala que los jóvenes malagueños de entre 16 y 29 años tendrían que cobrar más del doble de lo que perciben (en concreto, un 110% más) para poder convertirse en propietarios de una vivienda sin sobrepasar el umbral máximo de endeudamiento recomendado en el ámbito financiero, que se sitúa en el 30%.

Dicho en cifras reales, el sueldo del joven asalariado malagueño debería situarse en un mínimo de 22.566 euros anuales, con un salario mensual de 1.880,5 euros para poder adquirir la vivienda en saludables condiciones financieras. El estudio del Consejo de la Juventud parte de un precio de mercado de la vivienda libre de 156.520 euros en el caso de la provincia de Málaga.

Málaga se sitúa así como una de las provincias españolas donde la compra de una vivienda exige más esfuerzo a los jóvenes, sólo superada por Madrid, Guipúzcoa, Vizcaya, Barcelona y Baleares, todas ellas por encima del 70% en cuanto al porcentaje de salario requerido en función de los sueldos que se cobran en esas provincias y el precio que alcanzan allí las casas. Junto a Málaga, en una horquilla de entre del 60% y el 69% se sitúan también las provincias de Gerona, Álava, Cantabria, Las Palmas y Tenerife.

El porcentaje requerido en Málaga se sitúa así algo por encima tanto de la media española (un 60,9%) como andaluza (52,7%) para hacer frente al pago inicial de una hipoteca media, según el Observatorio Joven de Vivienda. Los jóvenes españoles tendrían que ganar así un 103% más para poder alcanzar el nivel de solvencia recomendado en el pago de la hipoteca, mientras que en el caso de Andalucía tendrían que percibir un 75% más de salario.

Algo «inviable» para muchos

«Emprender la emancipación residencial en solitario sería económicamente inviable para la población joven asalariada de Andalucía, que debería dedicar más de la mitad de su salario a los gastos derivados de la compra o el alquiler de vivienda; el 52,7% a sufragar la cuota hipotecaria o el 59,6% a la renta de alquiler», afirma el estudio.

No obstante, con el nivel adquisitivo de los hogares compuestos por personas jóvenes de menos de 30 años se podría acceder a la compra de vivienda en las provincias de Córdoba, Granada, Huelva y Jaén sin dedicar más del 30% recomendado del total de sus ingresos a sufragar la cuota hipotecaria. En el caso de Málaga, el esfuerzo se iría en cambio al 42% del salario (el mayor porcentaje de todas las provincias andaluzas), lo que haría también muy complicada la intención de comprar.

La opción de alquiler de vivienda es una alternativa que requiere también de un gran esfuerzo económico, aunque se habite con más personas. En la actualidad, los hogares compuestos por personas jóvenes en Andalucía tendrían que dedicar un 36,7% de sus ingresos a hacer frente al pago de la renta de alquiler (en este caso no hay datos provinciales).

Los datos que del Consejo de la Juventud revelan que en España sólo un 19,7% de los jóvenes con entre 16 y 29 años han podido independizarse, y de estos un 16,7% lo ha podido hacer sin necesidad de compartir piso. Varias razones pesan: el mercado laboral, que mantiene unas elevadas tasas de pero, es una de ellas, pero también «el aumento anual de precios de compra y alquiler de vivienda dificulta procesos de emancipación».