Con la ayuda de un bolígrafo y una hoja en blanco, un año más los niños de Campanillas han echado a volar la imaginación y además de castillos en el aire, han creado dragones, golondrinas, gatos con sentimientos y un torrente de historias para el VI Certamen de Cuentos y Relatos, que cada año promueve la asociación de vecinos Evolución de Campanillas.

La Opinión se reunió la semana pasada con los cinco primeros clasificados en las dos categorías (3º y 4º de Primaria / 5º y 6º de Primaria) que, como explica Carmela Fernández, la presidenta vecinal, tendrán la satisfacción de ver sus cuentos publicados en un libro el año que viene, «que recopilará los relatos de las tres últimas ediciones, como ya se hizo con las tres primeras».

En la categoría de los más pequeños, Javier Cañete, de 9 años, del Colegio José Calderón, se ha hecho con el primer puesto con La gran aventura de Draki, la historia «de un dragoncito pequeño que quiere ganar el título de dragón maestro para ayudar a los más pequeños a usar sus poderes de forma correcta», explica. Javier ya sabe lo que es quedar entre los primeros clasificados porque el año pasado «quedé cuarto». A él, qué duda cabe, le gusta mucho escribir y también leer. Lo último: «un libro de Gerónimo Stilton».

Muy original es también el segundo premio, La hoja y el viento, escrito por Aránzazu Vargas, también de 9 años y del Colegio José Calderón. La hoja protagonista, cuenta Aránzazu, le pide al viento que le ayude a viajar, pero al llegar a la ciudad, «descubre que hay mucha contaminación» y en el desierto comprueba el agobio del calor, así que decide regresar al bosque, «porque es más feliz». A Aránzazu le gusta leer, «aunque sean cuentos larguitos» y ya planea leer La amistad, «sobre amigas que van a sitios».

Amor por la Naturaleza es lo que demuestra Mireya Basil, de 10 años, del Colegio Cupiana con La golondrina que no podía volar. El cuento, primer accésit, tiene como protagonista a una golondrina con el ala rota que es recogida por una niña, «que la lleva al veterinario y cuando se cura, echa a volar con su familia». Mireya cuenta que si se encontrara una golondrina como la de su cuento, «llamaría a mi madre», ríe.

El segundo accésit, Los gatos que perdieron a su dueña, bien podía ser un guión televisivo, porque la historia imaginada por Cristian Diego, de 9 años, del Colegio de Colmenarejo, narra las aventuras de dos gatos que pierden a su dueña, que muere, pero trasplantan su corazón a un hombre «y al salir del hospital, los gatos sabían que en ese hombre se escondía el corazón de su dueña y se van con él».

Con 8 años, Alba de la Cruz, del colegio José Calderón, ha logrado el tercer accésit con La mariquita sin puntos, una historia con moraleja: «Lo importante es lo de dentro, no lo de fuera», explica.

5º y 6º de Primaria

En la categoría de los más mayores, Álvaro Ríos, de 10 años, del colegio Colmenarejo, obtuvo el primer premio con Miguel, el joven tartamudo. «Se me ocurrió porque desde el principio quise escribir sobre valores y saqué el título del nombre de un familiar mío», explica. El protagonista, con tartamudez, primero recibe las burlas de sus compañeros y luego, estos terminan haciéndole una fiesta sorpresa por ser tan buena persona.

Ir por el buen camino, de Luna Ruiz, de 10 años, del colegio José Calderón, ha conseguido el segundo premio. El de ella es el cuento de una niña que alcanza su sueño de ganar un concurso de canto en televisión. De mayor, cuenta, quiere ser «periodista o fotógrafa».

El primer accésit, El fuego solidario, de Juan José Muñoz, de 10 años, del colegio de Colmenarejo, es una lección de solidaridad entre los vecinos, que logran apagar el fuego desatado en una granja. «Se me ocurrió pensando mucho», destaca.

Roberto Cueto, de 10 años, también del colegio de Colmenarejo, se ha hecho con el segundo accésit gracias a la destreza que ha demostrado con el relato Roberto y las tuberías, una lección sobre respeto al Medio Ambiente porque, tras caer el protagonista por una tubería, conciencia a sus padres y amigos «de que hay que reciclar más».

También participó Ángela Roldán, del colegio de Colmenarejo, que no pudo asistir pero que obtuvo el tercer accésit con El árbol anciano. Todos los ganadores han recibido un diploma y un vale para comprar material escolar el próximo curso.