Romper una relación es difícil. Hay quien se toma su tiempo, quien lo sopesa tanto que no se atreve a dar el paso nunca y también quien decide decir adiós de manera impulsiva, casi precipitada, dando lugar a veces a arrepentimientos.

Pero cuando la relación se basa en celos, mentiras, rencores y violencia es más difícil decir «no», porque tener miedo a la persona que amas, o amaste, hace más compleja, si cabe, la decisión. Quienes trabajan con víctimas de violencia machista llevan años alertando de que las mujeres no sólo tienen dependencia económica de sus víctimas, sino también emocional, lo que hace aún más difícil dar el paso.

Ante la necesidad de dotarlas de recursos y empoderarlas, la Junta de Andalucía ha dado una nueva vuelta de tuerca en la innovación contra la desigualdad. De este modo, en los próximos días comenzarán a impartirse talleres con los que dar herramientas a estas mujeres, uno para que sean y se sientan autónomas y otro para aprender a manejar situaciones de ruptura en el seno de la relación de pareja.

Los talleres tendrán una duración de dos meses, dos horas a la semana y se harán de forma grupal con psicólogas del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). En toda Andalucía se desarrollarán 192 talleres durante todo el año, 24 por provincia:12 de autonomía y empoderamiento y 12 para situaciones de ruptura.

La coordinadora del IAM en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez, señaló ayer en rueda de prensa la importancia de dar recursos a estas mujeres para que salgan de relaciones tóxicas. «Muchas creen que solas no van a salir adelante, están emocionalmente enganchadas a sus parejas», agregó, al tiempo que explicó que muchas de las mujeres que están en una situación de vulnerabilidad creen que no van a poder o a saber vivir sin sus maridos.

En estos talleres las expertas les darán mecanismos para aprender a romper la pareja y, sobre todo, para que la decisión perdure en el tiempo. Y es que, tal y como relató Rodríguez, se da la circunstancia de que cuando muchas de estas mujeres acuden a juicio contra sus agresores, o han retirado la denuncia o se niegan a declarar contra sus maltratadores por el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que recoge la posibilidad de no declarar contra su marido aunque él sea el maltratador y ella la víctima. De este modo, se han puesto en marcha unos talleres para situaciones de ruptura, con el fin de favorecer las estrategias de afrontamiento positivas. Los otros talleres fomentarán su autoestima, y potenciarán su independencia y autonomía.

En este sentido, la directora de Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz, señaló que estos dos nuevos programas de atención psicológica prevén llegar a una media de 3.000 mujeres que sufren problemas de autoestima y dependencia emocional derivados de su socialización de género, sea dentro o fuera de la pareja.

La iniciativa cuenta con una inversión cercana a los 160.000 euros y espera tener continuidad en el tiempo.