­Se incorporó a Unicaja hace casi 18 años y, tras ocupar diferentes cargos en la entidad financiera, el pasado mes de agosto fue nombrado director general de la Fundación Bancaria. La institución heredera de la antigua Obra Social de Unicaja y propietaria de un 86,7% del banco maneja para este 2017 un presupuesto superior a los 20 millones de euros para atender áreas como la asistencia social, el deporte, la educación o el medio ambiente. Sergio Corral habla con La Opinión de Málaga de los planes de la Fundación, de la futura reducción de su peso en el accionariado del banco (debe bajar del 40% para 2020), del proceso de salida a Bolsa o del presupuesto para la próxima temporada del club de baloncesto, que jugará la Euroliga.

¿Cuál es exactamente el cometido de la Fundación Bancaria?

La Fundación actual no es sólo la antigua obra social sino algo mucho más grande. Somos los propietarios de una entidad financiera, Unicaja Banco, de la que tenemos el 86,7% del accionariado. Eso nos exige mucho más. Nuestra principal responsabilidad es cuidar nuestro patrimonio, y el principal son esas acciones del banco, que significan 2.500 millones de euros en nuestro balance y un 90% de nuestra dimensión. Somos también propietarios al 100% del equipo de baloncesto. Con nuestros ingresos desarrollamos la obra social. De la Fundación dependen tres fundaciones instrumentales (Unicaja, Unicaja Ronda y Unicaja Jaén), el Monte de Piedad o el proyecto de educación financiera Edufinet, que cumple ahora diez años.

Su patrimonio incluye diversos activos inmobiliarios.

Tenemos una serie de inmuebles propios, unos 120, repartidos por diferentes provincias andaluzas y Ciudad Real, que son nuestros ámbitos básicos de actuación. Entre ellos hay cinco colegios (dos en Málaga, dos en Ronda y uno en Jaén), dos museos (el de Artes y Costumbres Populares de Málaga y el Joaquín Peinado de Ronda), la Sala María Cristina de Málaga y varios centros culturales, guarderías y residencias de ancianos.

¿La idea de la Fundación es mantener un presupuesto estable o ir aumentándolo en la medida de lo posible año a año?

El presupuesto para este año es de algo más de 20 millones de euros. Los ingresos vienen básicamente de tres partes: el dividendo bancario, los ingresos propios de nuestra actividad (campus, colonias, etc) y los patrimoniales (alquileres, por ejemplo). Y las previsiones dicen que lo normal es que el dividendo del banco, que es lo que más condiciona nuestro presupuesto, suba signficativamente en los próximos años. Los ingresos de actividad propia o los patrimoniales son más estables.

Supongo que Málaga es una de las provincias donde se concentra una mayor actividad.

El ámbito es toda la comunidad andaluza y Ciudad Real aunque sí es cierto que hemos intentado siempre respetar el peso de la entidad en cada territorio. Málaga tiene un peso importante (en su caso en torno al 40%), al igual que otras ciudades como Cádiz, Almería, Jaén o Sevilla. La idea es seguir creciendo proporcionalmente a las solicitudes que nos lleguen. La sociedad en general está percibiendo una mayor actividad de la Fundación y eso hace que nos lleguen solicitudes de toda Andalucía. Tenemos que extremar el proceso de selección de actuaciones en el que elegimos entrar porque los recursos son finitos, eligiendo las que consideramos más beneficiosas para la sociedad. Desgraciadamente, es imposible decir a todo que sí. Mi reto principal es que la sociedad perciba que la Fundación colabora con los mejores proyectos, eligiendo de forma objetiva y clara. Queremos también que todas las áreas tengan un peso equilibrado y que haya una distribución equilibrada a nivel regional.

¿Con cuántas entidades trabaja la Fundación y qué número de beneficiarios hay?

En el área asistencial por ejemplo, que es una quinta parte del presupuesto, estimamos que vamos a colaborar con más de 150 asociaciones, y habrá más 200.000 beneficiarios y 450 actividades. Y si se incluyen todas las áreas de actuación, con deporte, educación o medio ambiente, la cifra global es de 2.500 actividades y 2 millones de beneficiarios.

¿Algo novedoso en cartera?

Estamos retomando algún proyecto que se había dejado de la mano como el Certamen de Artes Plásticas. Era un proyecto muy emblemático y prestigioso y el presidente de la Fundación, Braulio Medel, me pidió que lo recuperara para la proyección de nuevos artistas. Otra cosa que queremos hacer es poner en valor los edificios de la Fundación, y el María Cristina es el más singular. Estamos consiguiendo darle un mayor uso y una mayor visualización de cara a la sociedad. Queremos que el nivel medio de las actuaciones que albergue sea muy elevado. El María Cristina tiene una parte de teatro y otra más operativa, con un salón de actos, que puede tener más uso.

Quizá un déficit de la antigua Obra Social de Unicaja fue la falta de un espacio expositivo emblemático en la capital ¿Se piensa subsanar eso en el futuro?

Tenemos una sala de exposiciones en la plaza del Siglo con una superficie adecuada aunque con el inconveniente de que está en una primera planta y que habría que hacerla más visible desde fuera para el visitante. En el corto plazo nos vamos a mantener así aunque no descartamos acuerdos con otras entidades que nos han ofrecido sus espacios para poder hacer exposiciones propias o en colaboración con ellas. Un ejemplo es la sala Manuel Barbadillo de Aplama o la Sociedad Económica de Amigos del País, con quienes hemos firmado un convenio recientemente.

En 2018 expira la concesión de la gestión privada del CAC, ¿hay posibilidad de que Unicaja pudiera presentarse si hubiera un nuevo concurso?

Eso no se está contemplando. Entre nuestras prioridades ahora mismo no está encontrar un espacio expositivo fijo dentro de la obra propia de la Fundación.

Uno de sus programas más conocidos es el proyecto de educación financiera Edufinet.

Surgió en 2007. La OCDE y los organismos internacionales hablaban de la necesidad de la educación financiera de la ciudadanía. Montamos un portal de internet con la Universidad Internacional de Andalucía y la de Málaga. A esto se le unieron manuales y jornadas presenciales, y se sumaron otras universidades andaluzas. Lo que detectamos es que hay dos colectivos diferenciados a los que hay que adaptar el lenguaje, los jóvenes y los empresarios, de donde surgieron los proyectos Edufinext y Edufiemp. Este año, por ejemplo, hemos ido a dar charlas con mas de 14.000 niños durante el curso escolar. Y ahora organizaremos con los centros que quieran una olimpiada en nuestro Centro de Educación Financiera.

¿Aumentará la inversión en el Unicaja de baloncesto ahora que va a jugar la Euroliga?

Se está valorando. El club está trabajando en ver las necesidades presupuestarias que va a tener y tendremos que ver cómo afrontarlas. Seguramente necesitará algo más de presupuesto aunque su capacidad de generar recursos también va a subir por su impacto visual. El club tiene varias fuentes de ingresos: los abonados, la taquilla, los patrocinadores y los sponsors principales, que son Unicaja Banco y la Fundación Bancaria (entre ambos venimos aportando a partes iguales 7 millones al año). En función de los gastos adicionales que tengan veremos cómo se afronta esa posible necesidad. El club lo está estudiando pero todavía no nos ha dicho nada.

El club de baloncesto es un emblema de Unicaja y de Málaga.

Partimos de la premisa de que somos los propietarios, no sólo un sponsor. El papel de la Fundación, aparte del dinero que pueda poner, es el de propietario mientras que Unicaja Banco sí es un sponsor más aunque es uno muy importante. Para la Fundación lo mas importante es la cantera, el deporte base. Ese tiene que ser nuestro objetivo, nuestra esencia. Ahora bien, el hecho de tener una cantera sirve para que los jóvenes puedan optar algún día a jugar al baloncesto en el primer equipo, por eso tenemos un equipo profesional. Los 500 0 600 niños que van a Los Guindos lo hacen porque quieren practicar este deporte y quieren de mayores jugar en el Unicaja.

En el ámbito del deporte, ¿tienen en mente más patrocinios?

Nuestro objetivo es el fomento del deporte, estamos absolutamente convencidos de su importancia para la sociedad en general y para los jóvenes. Aparte del baloncesto en Málaga, tenemos el equipo de voleibol en Almería (el más laureado del país), el equipo de atletismo de Jaén, y el apoyo a muchos otros equipos como el de waterpolo de Málaga, que este año ha tenido muchos éxitos, o el badminton en Huelva. Siempre que podemos colaboramos en el fomento del deporte.

Unicaja se ha mantenido como la única entidad bancaria andaluza tras una época de intensa concentración, ¿eso habla de una buena gestión?

La gestión de Unicaja ha sido un referente y le ha llevado a sortear de forma solvente la situación complicada que ha vivido el sector. Lo único que ha ocurrido es que ha habido un cambio normativo en España para el sistema financiero, las reglas de juego han cambiado, y eso es lo que provocó que en 2014 se constituyera la Fundación Bancaria para afrontar un nuevo escenario. Ahora mismo tenemos el 86,7% del banco pero la ley nos obliga a perder el control de la entidad financiera no más tarde de 2020 y situarnos por debajo del 40%. La ley obliga, por un lado, a bajar de esa posición de control y, por otro, a tener una diversificación general de activos. No es una decisión que tomamos nosotros sino un escenario que tenemos que cumplir. Bajar ese porcentaje se puede hacer de muchas maneras. Ahora mismo hay abierto un proceso de ampliación de capital, que es una de las formas.

Con la ampliación de capital que menciona, y que cristalizará con la próxima salida a Bolsa del banco, el peso de la Fundación en el accionariado ya bajará al entorno del 51%.

La propuesta, a la que la Fundación dio el voto favorable en la pasada junta general de accionistas, es una ampliación de capital de 625 millones de acciones. Lo que ponemos de manifiesto es que la operación de salida a Bolsa debe hacerse a un precio razonable, que se consiga el valor que la Fundación entiende que tiene Unicaja Banco, porque eso redundará en nuestro patrimonio. Tenemos que velar porque la operación se haga en un precio equivalente al de los bancos de referencia que están ya cotizando y a los que nos podemos comparar. En ese rango debemos movernos. Por eso se debe elegir el mejor momento y al mejor precio posible. Esa es la prioridad ahora.

¿Qué supone el hecho de que Unicaja salga a Bolsa?

Es un proceso que ha decidido la entidad por sus motivos. Era un paso necesario que se ha considerado que había que dar por parte del banco. Es una operación compleja y que una entidad malagueña afronte ese reto y lo supere con éxito evidenciaría que las cosas se están haciendo bien. Los mercados están en una línea creciente, lo que hace que ahora sea un momento más propicio que, por ejemplo, el año pasado. Así lo entendieron los reguladores, que nos permitieron en ese momento una prórroga.

Una vez que se consume la salida a Bolsa, ¿cómo se afrontaría a posteriori por parte de la Fundación el seguir bajando peso en el banco por debajo de ese 40% en 2020?

Eso se está analizando. Hay distintas opciones: vender acciones o hacer un intercambio pueden ser algunas de ellas. La ley habla de pérdida de control de la entidad. Se verá lo mejor para la Fundación y lo que mejor le convenga desde el punto de vista patrimonial, para que se lo más elevado posible.

¿Podrían entrar otras entidades financieras en el accionariado de Unicaja Banco?

Entidades financieras o cualquier otro tipo de empresa. Como propietarios que somos de unas acciones lo que se pretende es vender al mejor precio posible. No tiene por qué limitarse a un sector en concreto. Hay que situarse por debajo del 40%, y eso lo puedes hacer vendiendo un paquete de acciones o intercambiándolas con algún tipo de operación. Son las opciones principales. Habrá que estudiarlo todo.