«Es un intelectual de primer nivel internacional, sin duda el colaborador de mayor nivel con el que hemos contado», contaba ayer el profesor Felipe Foj, de la Asociación de Amigos de la Barca de Jábega. Este colectivo sin ánimo de lucro que fomenta la cultura marítima andaluza y malagueña, simbolizada en la barca de jábega, edita desde 2010 Cuadernos del Rebalaje, una publicación digital gratuita, salvo una pequeña tirada en papel, que en su último número, el 37, con el título de Sami Naïr: La frontera del Mediterráneo, recoge una amplia entrevista con este conocido pensador y politólogo francés de origen argelino, experto en migraciones.

La revista, que se presentó en marzo en el Ateneo de Málaga, cuenta con el prólogo del periodista Juan José Téllez y está ilustrada con siete obras del pintor malagueño Rafael Alvarado.

Felipe Foj explica que Antonio Clavero, presidente de la ABJ y profesor de Econometría de la UMA, se puso en contacto el año pasado con el propio Sami Naïr, aprovechando su paso por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en Sevilla. En abril de 2016 tuvo lugar la entrevista, en la que participaron, además de Felipe Foj y Antonio Clavero, el filólogo y catedrático de Literatura Miguel Ángel Moreta-Lara.

En este encuentro, Naïr analiza sobre todo el drama de la emigración en el Mediterráneo y habla de codesarrollo, el concepto que acuñó en los 90, puesto en práctica en Mali, Senegal, Marruecos, Vietnam y Camboya. El concepto parte de la experiencia de unos emigrantes marroquíes en Francia que decidieron enviar entre todos una parte de sus ingresos para que, en su nombre, se invirtiera en su pueblo en carreteras, hospitales, escuelas... Con estos programas de codesarrollo propugnados por Naïr se hicieron, por ejemplo, 350 kilómetros de carreteras en Marruecos.

Para el politólogo, con el cierre de las fronteras de los últimos 30 años, «se hace cada vez más difícil la implantación de cualquier política migratoria racional e inteligente». Y la situación de demanda no satisfecha, a su juicio fortalece «el papel de las mafias y la ilegalidad».

A este respecto, critica que España haya olvidado «su propia historia». Ahora bien, también recalca que la actitud ante la inmigración tiene que ser «realista», porque «no podemos abrir las fronteras» ya que las demandas migratorias son tan fuertes que podría provocar «la explosión de los sistemas sociales de países de acogida». En su opinión, la solución a la emigración debe pasar por «una buena política de fronteras basada en el respeto al derecho; una buena política de integración, basada en el respeto de los deberes y los derechos, y una buena política de codesarrollo, basada en la ayuda a los países de origen».

También habla de la presencia del velo en las clases en Francia y recalca que «la laicidad es neutra, no es una ideología contra la religión», por eso aboga por separar «los espacios público y privado, sin excepción».

La entrevista no se olvida del escuálido número de refugiados que los 28 países de la UE se comprometieron a acoger, 172.000. Para el intelectual, este gesto bien podría incluirse en un libro que, de escribirlo, titularía Las grandes vergüenzas de la Humanidad.

Incisivo, brillante, amable... Sami Naïr también habla del terrorismo yihadista, de las migraciones climáticas y de la sustitución de la cultura «grafoesférica» por la «videoesférica», la basada en la imagen y que no favorece la construcción conceptual, algo que sí pasa con la lectura.

El mes que viene se presentará el número 38 de Cuadernos del Rebalaje, una monografía sobre el 200 aniversario de la Farola.

Todos los números se pueden descargar gratis en www.amigosjabega.org.