Las enfermedades tiempo dependientes suponen la mayoría de los ingresos en urgencias de los centros sanitarios. A la hora de tratar un infarto, un ictus, un traumatismo o una sepsis el tiempo es clave, motivo por el que desde hace años los servicios de urgencias de los hospitales trabajan con los conocidos como ´códigos´, unos protocolos específicos que reducen los tiempos de espera y cuya rapidez en el tratamiento no sólo ha logrado reducir hasta en un 80% la mortalidad, sino que también ha disminuido en un 60% las secuelas derivadas de estos problemas de salud.

Dada la importancia de estos códigos, los profesionales que trabajan en los distintos servicios que atienden a los pacientes necesitan de una actualización continua que permita, asimismo, intercambiar conocimientos y experiencias para mejorar en la reducción de los tiempos, aspecto clave en las urgencias y en estas enfermedades. Por este motivo, ayer se reunieron más de 260 profesionales procedentes de los servicios de Urgencias y Emergencias de toda Andalucía con el objeto de tratar los protocolos de actuación para su revisión y actuación permanente.

En este sentido, la directora médica del Hospital Clínico Virgen de la Victoria, Eva Fragero, donde se celebró la jornada, manifestó la importancia de actuar con rapidez ante la aparición de uno de estos cuatro problemas de salud, pues de la rápida actuación depende la calidad de vida futura del paciente y que este sobreviva.

De este modo, cada vez que se activa un código infarto, trauma, ictus o sepsis interviene un equipo de, al menos, quince personas. Desde el equipo de atención extrahospitalaria del 061, con la asistencia a domicilio o en la calle, hasta la llegada al hospital, donde profesionales de diferentes especialidades esperan la llegada del enfermo con el protocolo establecido, evitando las esperas y pruebas innecesarias. «Todo queda preparado para no perder el tiempo, para que la actuación se haga dentro de las 4 o 6 primeras horas», agregó Fragero, que explicó que los códigos están establecidos a nivel estructural, aunque cada hospital dispone después de comisiones internas para mejorar la atención dentro de cada uno de los códigos.

El director de la Unidad de Urgencias del Clínico, Eduardo Rossel, explicó la importancia de la «sincronización» y de que cada enfermedad o evento tenga su propio código para que nada quede al azar.

El organizador del encuentro, avalado por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias Sanitarias (SEMES), Andrés Buforn, explicó que el código trauma es el más complejo de estos cuatro protocolos, pues requiere de la intervención de numerosas especialidades del hospital, donde el médico de urgencias se convierte, señaló «en un director de orquesta».

En lo que respecta a la actuación inmediata respecto al problema de salud, el director del 061, Félix Plaza, explicó la importancia del primer interviniente, es decir, la persona que toma la iniciativa de ponerse en contacto con el servicio de emergencias con el objeto de tratar la dolencia. Así, señala que reconocer un trauma es sencillo dado que este suele producirse por un accidente fortuito, mientras señaló como más complejos al ictus o a la sepsis, si bien los profesionales que atienden la llamada ayudan a identificar el problema. «El profesional comprueba mediante un triaje la sospecha de una de estas enfermedades y, ante la duda, activa el código», relató Plaza, que señala que desde que el paciente o el familiar solicitan la asistencia hasta que llegan al hospital no pasan más de 30 minutos, tiempos reducidos a la mitad gracias a la identificación de estas enfermedades por el entrenamiento de sus profesionales. Habitualmente los tiempos para otra atención suelen rondar los 55 minutos, ya que in situ se hacen comprobaciones que en estos casos no son necesarios. De hecho, en el caso del código infarto el paciente ni siquiera es valorado en las urgencias, sino que pasa directamente a la sala de hemodinámica, señalaron.

Así, sólo el año pasado el 061 atendió en la provincia 1.400 traumatismos, 380 infartos, 300 ictus y 90 posibles sepsis.

Pero no todos los pacientes llegan al hospital con el servicio del 061. En este sentido, el coordinador de enfermería del servicio de Urgencias del Hospital Valle del Guadalhorce, Antonio Camaño, señaló que el puesto de triaje para los pacientes que llegan por su propio pie, ya sea en solitario o acompañados por sus familiares, es clave para acortar esos tiempos y activar el código preciso. «Tenemos que estar pendientes de que cumplan los requisitos, por eso es importante la formación continuada, porque hay que distinguirlos para activarlos», apuntó.

Los profesionales de emergencias están trabajando con futuros códigos a incorporar a los actuales, de los que el primero fue el infarto y el último, el de sepsis. Así, trabajan para establecer un protocolo en este sentido de donante de órganos para trasladar al paciente y poder extraer sus órganos en el centro sanitario. Otro en el que se está trabajando actualmente es el conocido como código bloqueo, que se refiere a problemas cardiacos para personas que precisen de la colocación de un marcapasos. Según Buforn, otro aspecto clave es el uso del ecofax, con el que se podrán observar cuatro puntos fundamentales de la salud del paciente que ayudará a recortar el tiempo en la primera hora que, según afirmó, «es oro».