­Málaga Ahora, que en febrero pasado presentó un avance de los primeros análisis realizados en los suelos de Repsol, presentó ayer las conclusiones con los informes técnicos y científicos que corresponden a tres campañas de sondeos con un total de 10 muestras recogidas en el suelo de los antiguos terrenos de Repsol entre julio de 2016 y abril de este año y analizadas por un laboratorio.

Los informes técnicos y científicos han sido elaborados y presentados por Miguel Ángel Quesada, catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga; y por Raquel Correa y Belén Domenech, ambas máster en Biología Vegetal Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid.

El estudio presentado por el profesor Quesada señala que se han realizados trece pruebas en lugares distintos de la parcela de las cuales ocho dan por encima del umbral de 50 miligramos kilo de TPH (Hidrocarburos Totales de Petróleo). De ellas, «hay valores que lo superan poco, pero otros que los superan en mucho»; en concreto hay cuatro medidas que superan en ocho veces el valor umbral permitido, es decir los límites de concentración de petróleo permitidos «y por tanto son valores indicativos que hacen sospechar que hay suelos que no la estan libres de contaminación y que conviene evaluar».

«La conclusión es que cualquier actuación allí necesita una revaluación de los riesgos para saber si los análisis que alcanzó Repsol en su día se ajustan a la nueva normativa que hay», aseguran.

Quesada explicó ayer que cuando hay sospechas de suelo contaminado, como en este caso, «hay que iniciar un procedimiento que te dirá si los niveles de contaminación de ese suelo suponen un riesgo asumible o no; riesgo que irá en función del uso que se le de al suelo (agrícola, industrial o residencial)». En definitiva, es necesario un nuevo estudio de evaluación de riesgo ambiental de ese suelo pues «las indicaciones de los valores que obtenemos ya son de suficiente peso para que se tenga que hacer esa revaluación», explicó.

Raquel Correa y Belén Domenech, ambas máster en Biología Vegetal Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, explicaron que los mejores resultados para una descontaminación eficaz y barata es la técnica de la fitorremediación que es «social, ambiental y económicamente la más viable para los terrenos de Repsol» porque debido a la presión ciudadana y a la idea de hacer un bosque urbano «seria idónea para descontaminar esos niveles de hidrocarburos analizados». Explicaron que la fitorremediación es una técnica que emplea el uso de las plantas, especialmente las autóctonas, que son capaces de degradar los hidrocarburos que están en el suelo e ir eliminando por absorción la contaminación. Además la plantación de esas especies «seria el inicio del bosque urbano promoviendo una biomasa que proporcionaría zonas verdes», comentaron.

Con todo ello la responsable de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, añadió que su grupo va a seguir impulsando la exigencia de responsabilidades en las dos administraciones, local y autonómica, y la necesidad de una consulta ciudadana para decidir sobre esos suelo.