Un grupo de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación ha creado una campaña para concienciar a los supermercados de la importancia de donar aquellos alimentos que ya no van a comercializar, bien porque está próximos a su fecha de caducidad o porque presentan un aspecto que lo hace rechazable por los consumidores aunque están en buen estado para su consumo.

Así lo explica Pablo Narváez, uno de los jóvenes estudiantes encargados del proyecto. "La campaña No lo tires: alimenta bocas, no contenedore, pretende aprovechar los excedentes de comida de los supermercados para que los donen al Banco de Alimentos de Málaga (Bancosol) y a su vez ellos lo repartan entre las personas más necesitadas".

La campaña forma parte de una clase práctica de un grupo de cinco alumnos que cursan 1º de Publicidad y Relaciones Públicas en la Facultad de Ciencias de la Comuncación de la Universidad de Málaga: Pablo Narváez, Paula Díaz, José Manuel Romero y Francisco Javier Rodríguez.

Los jóvenes quieren difundir los beneficios de este tipo de donaciones y explican que a través del Banco de Alimentos, los excedentes se pueden distribuir entre asociaciones de ayuda a personas en situación de desempleo, casas de acogida, centros de día, comedores sociales, parroquias, residencias de jóvenes, de mayores para llegar a los más necesitados.

Pablo Narváez explica que en España no hay una legislación que regule qué hacer con estos alimentos que salen de la cadena de comercialización por lo que la mayoría de los supermercados acaban tirándolos a la basura.

"Frente a ello con nuestra campaña queremos concienciar a los supermercados para que donen estos alimentos al Banco de Alimentos y tratar de aprovechar el 100% de la comidad, colaborar con quienes la necesitan y acabar con comportamientos insalubres de personas buscando comida en los contenedores de basura", explica el estudiante de Publicidad.

Para ello, la campaña diseñada por estos jóvenes incluye entrevistas con los responsables de los principales supermercados de Málaga para que se involucren en la donación de alimentos y busca la complicidad de los ciudadanos, para que no tiren la comida sobrante.

En este sentido, los jóvenes tienen ya entrevistas concertadas con los responsables de las cadenas de supermercado Supersol y Coviran en Málaga, a los que tratarán de convencer de la importancia de su participación en esta campaña, que están difundiendo a través de la resdes sociales.

Y es que, según Pablo Narváez, "un tercio de la comida que se vende en los supermercados acaba en la basura. Es una cifra muy grande y si en vez de acabar en un contenedor sirve para alimentar a familias necesitadas hacemos una gran labor". Por eso, el lema de la campaña de estos jóvenes es "Alimenta bocas, no contenedores".

"Estamos hablando de yogures, de fruta, de multitud de productos. Los alimentos están ya estereotipados y si se salen aunque sea un poco de la imagen que el consumidor tiene de ellos ya no los quiere y acaban en la basura", explica Pablo Narváez.

Los jóvenes cuentan con el apoyo de Bancosol para recoger los productos que ya no van a vender y transportarlos a sus almacenes donde los conservan hasta su distribución a todo tipo de entidades. "Los supermercados que quieran colaborar con esta campaña no tienen que hacer nada. Por la noche, voluntarios de Bancosol se desplazan hasta donde sea necesario y el comercio en cuestión en vez de depositar los alimentos en un contenedor sólo tiene que depositarlos en el camión de Bancosol. Los supermercados que colaboren no van a tener que hacer frente a ningún coste pero al mismo tiempo van a hacer un bien a la sociedad con una actuación que contribuirá a fortalecer su imagen".