­La plataforma Marea Blanca Por la Sanidad Pública de Málaga ha calificado la propuesta de la Consejería de Salud y del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de sustituciones de plantilla para la temporada estival como «claramente insuficiente e indicativa de los recortes que venimos sufriendo desde la instauración de la crisis económica».

Así, manifestó ayer su «profunda decepción y repulsa» a la propuesta de la Consejería para las sustituciones, al tiempo que exigió que «no se cierren más camas de las ya cerradas el resto del año», ya que puede representar «problemas graves en Urgencias al no poder pasar a planta a pacientes que precisan hospitalización», obligando de esta manera a «dar altas muy precoces a pacientes ingresados en planta con periodos insuficientes de vigilancia para restablecer su salud». Según detallaron en un comunicado, los «recortes» en la sanidad han representado en Málaga «un recorte en salud de 1.300 millones de euros desde 2010», lo que conlleva «cierre de prestaciones en periodos concretos del año, aumento de las listas de espera, demoras intolerables en la situación de revisiones en consulta, esperas infinitas en Urgencias y no sustituir al 100 por cien ni poner refuerzos suficientes en Málaga».

Asimismo, valoraron la propuesta de la Junta como «un acto político de profunda irresponsabilidad», que supone «una merma en las prestaciones básicas en salud de la ciudadanía, en calidad de la atención prestada y una saturación de trabajo para el personal sanitario». Al tiempo, incidieron en que los profesionales del sector «no se sienten representados por colectivos sindicales que acceden a las presiones y negocian un porcentaje de reposición de profesionales totalmente insuficiente para las necesidades asistenciales de los ciudadanos».

Por ello, manifestaron su desacuerdo con los sindicatos que han desconvocado las movilizaciones, «aceptando incluso el cierre de unidades como es el caso del P.2 del Hospital Marítimo de Torremolinos, que supone un claro retroceso en la calidad asistencial para las personas con enfermedades mentales, uno de los grupos más vulnerables», así como la «consolidación de los recortes en la sanidad pública de Andalucía».

«Abogamos por una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad, lejos de la política de abandono de la Consejería de Salud, como lo demuestra el hecho de ser la última comunidad autónoma de España en inversión en salud por habitante», argumentaron.

Por último, indicaron que Andalucía es «la autonomía que menos invierte por habitante», 1.042 euros frente a 1.233 euros de media española, «con una ratio de camas hospitalarias por mil habitantes de 1,7 frente al de 2,5 de media estatal».