El verano de 2017 llega con una de las mayores ofertas de empleo sanitario de los últimos años. El Plan Costa ha supuesto un espaldarazo a las reivindicaciones sindicales, que llevan años pidiendo una cobertura de las vacaciones real y efectiva. Pese a que las exigencias y compromisos no se van a cumplir en su totalidad, sí es cierto que los centros sanitarios van a cubrir la mayoría de puestos de trabajo de la sanidad pública malagueña.

La contratación para el plan de verano del SAS en la provincia rondará el 60% y en algunos centros será de casi el 70%, si bien hay algunas zonas como el distrito Málaga que se queda con un nivel de sustitución bajo, no llegando al 30%. Ante la liberación del presupuesto y el aumento de sustituciones, el SAS va a agotar, inevitablemente, las bolsas de trabajo. Algunas ya lo han hecho y, otras, están próximas a hacerlo como las de enfermería y medicina de familia, las dos bolsas más amplias cuyo vacío demuestra que la oferta de empleo es significativa este año, tanto que, según confirman las fuentes consultadas, se remonta a los años previos a la crisis, una década.

Pero, ¿supone un problema que la bolsa se agote? Los profesionales consultados consideran una buena noticia que esto se produzca porque significa que hay trabajo. Aunque algún año se llegó a contratar a extranjeros, lo que supuso un problema por las dificultades idiomáticas, dudan que ahora se vuelva a recurrir a esta medida, pues la bolsa es un ente «vivo» y cuando un contrato empieza puede terminar otro, por lo que siempre existe esa disponibilidad de profesionales. En aquellas categorías en las que es más complejo encontrar profesionales, como anestesistas, se han ofrecido contratos de larga duración que atajan el problema y se puede disponer de ellos para todo el verano.

La actual radiografía del empleo sanitario responde a una situación que se hizo crónica en los últimos años: contratos cortos o insuficientes en horas (33%) que no daban estabilidad y que hicieron que los profesionales abrieran miras y emigraran o acabaran sucumbiendo a la medicina privada, que en Málaga tiene una gran presencia.

Desde la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos de Málaga, señalan que en la bolsa se ofertan sobre todo nombramientos de corta duración que incluyen sustituciones por incapacidades temporales, maternidad, vacaciones, permisos y licencias, promoción interna temporal del titular de duración inferior a cuatro meses, así como contratos eventuales y contratos a tiempo parcial.

Pero aunque en la jerga sanitaria la bolsa única del SAS es muy importante y de sobra conocido, el resto de sectores apenas saben como funciona. Está dividida por categorías y, estas, asimismo, por especialidades. Los profesionales introducen sus datos, que posteriormente se bareman. En ellos se incluye experiencia laboral y formación y se introducen los centros y categorías en la que trabajar. Algunos profesionales pueden optar a más de una bolsa como, por ejemplo, los enfermeros, que pueden estar en la general y también en la de su especialidad, lo que multiplica la probabilidad de que les llamen para ofrecerles un puesto de trabajo. Además, los profesionales pueden elegir si se ofrecen para contratos de corta duración o larga.

Uno de los problemas a los que apuntan las fuentes es la desactualización de la bolsa, pues los profesionales que terminaron de formarse en 2016 aún no están baremados y, por tanto, no cuentan para las posibles ofertas de trabajo. En el mes de octubre concluye el período de aportación de méritos por vía telemática. La lista se actualiza a fecha de 31 octubre, si bien a fecha de hoy no todas las categorías están renovadas a final de 2016, como debiera ser, sino a octubre de 2015.

Una vez aprobado el listado definitivo de candidatos de bolsa de cada especialidad, los nombramientos se ofertan por orden decreciente de puntuación en Bolsa. Las ofertas se realizan telefónicamente, hasta un máximo de tres ocasiones para ofrecer el contrato al candidato. Si este lo rechaza, es sancionado por 90 días en caso de ser de larga duración y, si es de corta, por un mes. Si se dice que sí pero más adelante se decide a rechazar la oferta, los de larga duración se amonestan por 90 días y los de corta, por 60. Para el responsable de Acción Sindical de Satse Málaga, Alfonso Calvo, esto obliga a los profesionales a vivir pendientes del teléfono pues, si no cogen ninguna de las llamadas, se le amonesta con seis días. «Aunque el contrato sea pequeño la gente no suele decir que no porque si no están condenados», señala Calvo que advierte de que, dadas las circunstancias, poca gente se permite rechazar un contrato de trabajo.

Dado que los centros y provincias en las que se puede trabajar se pueden elegir dos veces al año, son muchos los que llegada la época estival afinan en los centros para evitar desplazarse dado el aumento de plazas ofertadas para cubrir las vacaciones de verano. Los dos últimos contratos hechos en Málaga para cubrir una plaza de enfermería -a fecha del viernes- eran una interinidad en caso de larga duración y uno de 15 días para corta. En ambos casos era para el Regional Carlos Haya.

Las bolsas se han agotado en medicina de familia para Atención Primaria en Málaga, con cerca de 5.000 candidatos y ya lo ha hecho en alguna especialidad de enfermería, como matronas y pronto lo hará cirugía, según confirma Satse. Aunque la bolsa general de esta rama sanitaria aún está en el puesto 14.200, la bolsa se agotará con seguridad en poco tiempo porque muchos están por duplicado en la específica y en la genérica, con lo que el primer contrato que se ofrezca será el que casi con toda probabilidad se quede el profesional cuando le llamen, aunque a posteriori le hubieran ofrecido algo mejor. Para el presidente del Colegio de Médicos, Juan José Sánchez Luque, la solución pasa por fidelizar al médico joven, «harto» de contratos cortos y con poca estabilidad. «Habría que hacer un plan de captación de médicos que se han ido de Málaga e intentar crearles plazas , que no se sientan comodines», advierte. Su homólogo en el Colegio de Enfermería, Juan Antonio Astorga, cree que además de la fidelización del profesional, en su sector habría que crear la denominación de puesto de trabajo, lo que cree sería positivo tanto para el profesional como para el paciente.