Si eres conductor y circulas mucho por la capital, no te preocupes, no estás solo. Hay miles de contribuyentes como tú que hoy se han tragado el bache que ayer no existía mientras esquivaban de memoria los que ya son de la familia. Trampas para motoristas. Desde esa grieta que se hizo mayor de edad o el socavón que siempre vuelve tras engullir el parche de turno, hasta la entrañable alcantarilla revientallantas que sobresale del desgastado asfalto otrora color alquitrán. La ciudad, además de un extraordinario mapa de museos para los visitantes, ofrece una colección de campos de minas en las calzadas reservados para sus vecinos. Lejos de la estrategia municipal de intensificar la limpieza cuanto más cerca se esté de la plaza de la Constitución, el estado de las calzadas de Málaga son un verso libre, una selva según el tramo de la vía, el barrio o el distrito del que se hable. Incluidas las principales arterias que distribuyen el tráfico rodado y también el corazón de Málaga, la zona más visible, donde el estado del adoquinado de la plaza de la Merced o de la calle Madre de Dios dan una idea de la calidad de las obras y su mantenimiento.

A priori, los datos que ofrece el Ayuntamiento de Málaga sobre esa conservación parecen apabullantes. En 2016, el Consistorio asegura haber asfaltado un total de106.621 metros cuadrados a través de tres planes que incluían mejoras en las calzadas que sumaban 8,75 millones de euros. Son el Plan de Asfaltado y Mejora del Carril Bus (2 millones), el Plan de Conservación Viaria (3,75 millones) y el Plan de Barriadas (3 millones). Sólo este último, que incluye otras tareas, tenía previsto actuar en 114.000 metros cuadrados de refuerzo de firmes en calzada de un total de 42 vías. Para 2017, por su parte, la intención es que el Plan de Conservación, Pavimentos y Firmes y el Plan de Asfalto, Bacheo y Carriles bus, sumen 3.750.000 y ?2.000.000 euros, respectivamente. Hasta ahora, se han asfaltado 31.288 metros cuadrados, según fuentes municipales. Entre esas acciones, tras años de dejadez absoluta, se incluye el asfaltado de la avenida de Andalucía anunciada el pasado viernes por el Consistorio y cuyos trabajos durarán entre hoy y el jueves.

Habrá que ver los resultados, porque para el principal grupo de la oposición, sin embargo, la clave es el método que se utiliza en el mantenimiento de las carreteras urbanas. «El problema es que apenas se reasfalta. Una cosa es el reasfaltado de toda la vida y otra el rebacheo, que es prácticamente lo único que hace este Ayuntamiento desde hace años», asegura Sergio Brenes, del Grupo Municipal Socialista. Para el edil, esta estrategia es hambre para hoy y mañana, ya que una reparación parcial dura menos y a la larga es más caro. «Arreglar una grieta cuesta 200 euros, pero si parcheas terminas gastando 60.000», añade antes de reclamar que los planes de conservación anuales están para ejecutarlos cuando se detecta el problema, y no para terminar destinando ese dinero a otras cosas. Las carreteras de la ciudad que más sufren son las que más tráfico soportan y sus defectos las hace más visibles al conjunto de la ciudadanía, pero Brenes advierte de que el mal estado de las mismas se extiende por toda la ciudad: «Afecta a las vías principales, a las secundarias, a los barrios». De estos últimos destaca La Tosca, en Churriana, donde asegura que las calzadas no se tocan desde hace 30 años, o en Maqueda, donde todavía hay calles de terrizo. Entre las más transitadas de la capital, destaca el estado que presentan la avenida de Andalucía, sobre todo a la altura de El Corte Inglés y Carranque, y la avenida Valle Inclán, ambas con un tráfico que rondan los 60.000 vehículos diarios y sobre las que los socialistas han presentado varias mociones para su asfaltado. Brenes recuerda el hundimiento que presentan las calzadas del Paseo de los Curas y el entorno de Muelle Heredia, deformadas por el continuo paso de camiones que salen cargados del puerto. Muchos de ellos buscan la fábrica de cemento de La Araña y cruzan la ciudad por La Malagueta y el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso para atravesar la zona Este. Mercedes Pirez, además de presidenta de la asociación de vecinos de El Palo, es conductora y usuaria habitual de la bicicleta: «Elcano tiene muchísimas arquetas levantadas por los camiones de gran tonelaje de la cementera. Te encuentras con baches a cada rato, y si vas en bici, las alcantarillas resultan peligrosas». Según Pirez, la situación es similar en la Carretera de Almería y en la avenida Salvador Allende: «Lo veo a diario con la bici y tengo millones de quejas. Si vas en coche suena todo».

También en este distrito, los vecinos de Atalaya de Jarazmín muestran su desánimo por el estado de sus vías por las que se han quejado formalmente al Ayuntamiento. El barrio, situado al noreste de El Candado, sufre graves carencias en todo el trazado del Camino Viejo de Vélez, especialmente en dos curvas muy peligrosas en las que ya constan accidentes. El presidente de la asociación de Vecinos, Ramón Rodríguez, también cita la calle Pez Luna, cuyo tramo que va hacia la depuradora del Peñón del Cuervo es cada vez más transitado y no cuenta con arcén ni acceso peatonal: «Está bacheada, sin iluminación, con coches aparcados en los laterales y con curvas ciegas con boquetes en los bordes».

Muy detallado es también el mapa de defectos del Grupo Municipal IU-Málaga para la Gente, desde donde reclaman «medidas urgentes» que palien las deficiencias que hay en las principales calles de Málaga y en muchos barrios de la ciudad «por el lamentable estado en general del asfalto, baches y socavones, y falta de pintura en los pasos de peatones y señalización». Haciéndose eco de las quejas que les trasladan los ciudadanos, el grupo se centra en varias zonas, empezando por el mismísimo Paseo del Parque y la ya nombrada avenida de Andalucía, donde «el asfalto en general no es malo pero existen bastantes puntos con baches, socavones y registros hundidos». También detectan problemas similares en la La Victoria-Fuente Olletas, Pedregalejo-El Palo, La Luz-Vistafranca, en la Avenida Velázquez, destacando en esta última el parcheado en varias paradas de autobús y los baches, parches de cemento o irregularidades en las alcantarillas en las calles Gaucín y Frigiliana. En otras zonas, como las calles Luis Barahona de Soto y Abogado Federico Orellana Toledano, la avenida Sor Teresa Prat y las calles la Hoz y calle Ayala (todas en la Carretera de Cádiz) el grupo asegura que los registros «o están hundidos, o han reasfaltado y no los han puesto en su sitio». Por último, se refieren a la avenida Gregorio Diego, pasado el cruce con Camino del Pato, donde explican que el asfalto en general no es malo pero existen varios puntos con baches y juntas de dilatación levantadas de lado a lado de la calle. «Los colectivos vecinales de estas zonas llevan años pidiendo mejoras en las infraestructuras viarias que no llegan. Sin embargo, el alcalde ha preferido despilfarrar dinero de todos en obras faraónicas. Tan sólo hacen planes de asfaltado en periodo pre-electoral y sólo en las calles que están más a la vista», concluyen desde el grupo.