Un cóctel químico y climatológico está reduciendo la presencia de mosquitos en la desembocadura del Gualdahorce. Así lo indican los últimos controles de seguimiento realizados por la el Ayuntamiento en la zona afectada. Las pruebas tomadas durante los días 6, 7 y 8 de junio confirman que la presencia de mosquitos adultos sigue disminuyendo. La aplicación de insecticida, sumado a que los niveles de agua en las lagunas siguen bajando, ha devenido en una reducción de los desagradables zancudos.

A la reducción de los mosquitos hay que sumar otro elemento positivo. Después de revisar ambos brazos del río Guadalhorce, los técnicos encargados de llevar a cabo las inspecciones periódicas han podido confirmar que no se han encontrado larvas en ambas lagunas. En este periodo de tiempo que va del 6 al 8 de junio, se han invertido un total de 19 horas en el paraje. En la barriada de Guadalmar se aplicó insecticida pulverizado con la ayuda de un atomizador para garantizar que la fiesta programada en el campo de fútbol de Guadalmar, el pasado 9 de junio, no se viera enturbiada por la presencia de los mosquitos. También se llevaron a cabo pulverizaciones en las zonas de Vega de Oro, La Cizaña o San Julián.

Para evitarle más molestias a los vecinos, también, se actuó en la Barriada del Parque Litoral y Sacaba Beach. En este caso, con la ayuda de un insecticida pulverizado en las zonas de vegetación propensas a dar cobijo al mosquito. El pasado día 6 de junio, mediante el uso de un carro cuba y el día 9 con ayuda del atomizador Tifone.

No se han registrado, además, variaciones con respecto a las últimas mediciones en la temperatura del agua, que se mantiene similar, a pesar de las últimas subidas de temperatura registradas. La presencia de quironómidos, similar a los mosquitos en forma, aunque sin la habilidad para picar, también es baja. Donde sí ha habido un aumento en los niveles de agua ha sido en el brazo más cercano a la zona del Guadalmar.

Este aumento se debe a las obras que está realizando la Fundación Coca-Cola en la zona del Guadalmar, donde impulsa la restauración de humedales en colaboración con la Universidad de Málaga. El pasado miércoles ya se había abierto completamente el brazo cerrado y de momento, al menos, esa subida de nivel no ha afectado al nivel de las lagunas.

Cierre por mosquitos

Que las últimas mediciones reflejen una reducción en el número de mosquitos no significa que el problema haya desaparecido. Numerosos vecinos y negocios en las zonas afectadas siguen sufriendo los perjuicios.

Como último ejemplo que se ha conocido, el de la Taskita del Tobita. El establecimiento de restauración, ubicado en la avenida Argentina, tiene que cerrar el negocio a partir de la tarde debido a la plaga de mosquitos.