La Gerencia de Urbanismo ha aumentado en casi un 50 por ciento el tiempo para conceder una licencia de obra mayor en los tres últimos años, según los propios datos aportados ayer por el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares.

Según esos datos, el tiempo medio para expedir una licencia en 2015 fue de 94 días (poco más de 3 meses); ese plazo subió en 2016 a 137 días (4,5 meses) y en los cinco primeros meses de 2017 el plazo medio ha subido a 140 días (4,6 meses), lo que supone un incremento de un 48,9 por ciento.

Pese a ello el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, negó ayer que exista colapso o ralentización en la concesión de licencias de obras por parte de la Gerencia de Urbanismo, como advirtieron días atrás la Asociación de Constructores y Promotores y (ACP) y otro profesionales urbanísticos. Pomares explica que «se sacan adelante más licencias que en años anteriores».

Crecimiento económico

El concejal de Urbanismo, que ha tardado diez días en salir a dar explicaciones acerca de esta posible paralización, indicó que frente al plazo de entre 10 meses y un año que según la ACP está tardando Urbanismo en autorizar una licencia de obra mayor, las 182 licencias de obra mayor concedidas en lo que va de año «se resolvieron en un tiempo medio de 4,5 meses», un plazo muy inferior al denunciado, pero que incumple la ley que establece que las licencias deben concederse en un plazo máximo de tres meses.

Con respecto a las licencias de obras menor, Pomares aseguró que las que tienen carácter de obra menor abreviada «se tramitan en 15 días»; mientras que las menores que necesitan proyecto «se conceden en tres meses». Ambas superan los plazos que se ofrecían hace pocos años, según los afectados, que eran de 8 a 10 día para la obra menor abreviada y de 2 meses para la menor con proyecto.

El concejal aludió a otros dos elementos para negar la ralentización en la concesión de licencias. Así, señalaba un aumento en el número de licencias expedidas en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2016, de un 6%, pasando de 3.456 licencias a 3.658. Y el factor económico, al que Pomares dio gran importancia y que supone, según las cifras ofrecidas, que las 3.658 obras concedidas han generado un movimiento económico en la ciudad de 313 millones, que «evidencia una mejora de la actividad económica de nuestra ciudad».

Un último dato ofrecido por el concejal y que, a su juicio, pone de manifiesto la «intensa actividad de licencias», son los ingresos registrados por el pago del Impuesto de Construcción (ICIO), que en 2016 fueron de 8,8 millones de euros, frente a los 3,5 millones ingresados en 2015.

El edil responsable de Urbanismo también destacó que siguen creciendo «de forma significativa» las declaraciones responsables, (aquellas que son para obras pequeñas y se dan en un día) que han aumentado un 12,5 por ciento, alcanzando las 2.583 frente a 2.296 en dicha etapa de 2016.

En este sentido, Pomares incidió en que esta tendencia de crecimiento en la concesión de licencias se viene registrando en los últimos años. De hecho, en 2016, entre licencias de obras mayores, menores y declaraciones responsables, se concedieron 8.430 permisos de obra, frente a los 7.926 de 2015. Es decir, un 6,3 por ciento de crecimiento.

Pomares reiteró que se siguen implementando medidas para favorecer «la simplificación y agilidad administrativa». Así, se han ido incrementando los supuestos en los que se pueden pedir las declaraciones responsables, que son permisos para pequeñas obras que se dan en el mismo día.

Infracciones: Pomares dará explicaciones el lunes

Con relación a los miles de expedientes y denuncias de infracción que la Gerencia de Urbanismo mantiene sin tramitar desde hace unos diez años, por lo que la mayoría de ellos habrán prescrito, Pomares indicó que daría cumplida respuesta el próximo lunes en la comisión de Ordenación del Territorio, donde los grupos de la oposición han anunciado que le pedirán explicaciones.

Con todo, Pomares quiso dejar entrever que se trataba de un asunto «viejo», de varios años atrás, y explicó que desde hace dos años, con los cambios en las jefaturas de departamente, la Gerencia de Urbanismo optó por una política que fuera «menos sancionadora» y más de aplicar «medidas correctoras».

Respecto a eso miles de expedientes sin tramitar, la anterior jefa del departamento,explicó que no eran denuncias sin tramitar sino que se iban acumulando a causa de la falta de personal que obligaba a «priorizar» las denuncias más graves.