­Los sindicatos CCOO y UGT consideraron ayer «insuficientes» las medidas impulsadas por Renfe para poner fin a las cancelaciones que arrastra desde el pasado mayo la red de Cercanías y que obedecen fundamentalmente a reducción por bajas y no aptos del número general de maquinistas. Ambas organizaciones dejaron claro que las cuatro incorporaciones inminentes prometidas por la compañía no dan para suplir las deficiencias que afectan actualmente al servicio. Y sitúan el cálculo en una cantidad mucho mayor, alrededor de quince, lo que elevaría la plantilla por encima de los 46 conductores, que es el mínimo entendido por CCOO para garantizar que no se produzcan suspensiones como las de los últimos días -Renfe habla de un total de 72 en la línea C1, que comunica Málaga con Fuengirola-.

De los cuatro conductores de refuerzo adelantados por la empresa, dos ya están en Málaga ultimando su ingreso en los turnos, que tendrá lugar con seguridad durante esta semana. A partir del próximo lunes, se completará el dispositivo con la llegada del resto de integrantes de la remesa. A estas incorporaciones se une, aunque en fecha todavía por determinar, la parte que finalmente se decida que corresponda a Málaga de las 210 contrataciones efectuadas en abril. Un volumen que para los sindicatos peca igualmente de tacañería a la hora de resolver el problema, ya que, según Bartolomé Muñoz, de CCOO, no tiene en cuenta la variable de las jubilaciones, que llegarán a medio millar en el conjunto del país.

Precisamente, la falta de relevo a la vista es una de las dificultades añadidas que de acuerdo con el sindicato entorpecen el funcionamiento de la línea de Málaga, que la organización define como la más rentable y la cuarta en cuanto a cobertura de pasajeros a nivel nacional. Muñoz denuncia que, a las carencias admitidas por la compañía, se añadirán muy pronto otros cuatro maquinistas en edad de jubilación. Y que es la falta de descanso y el ajuste de turnos por parte de los trabajadores lo que ha permitido que los sobresaltos no vayan a más. Una tesis que comparte con UGT, que no acepta las justificaciones de Renfe, que aluden a una situación «coyuntural» y al cúmulo de «imponderables». «No hablamos de algo imprevisto porque llevamos denunciándolo desde hace dos años», sentencian fuentes del sindicato.

De momento, los pasos dados por la compañía son calificados de «parche» por los representantes de los trabajadores. Los desajustes y cancelaciones de la línea C1 de Málaga tienen su paralelo en Valencia, donde también este fin de semana fue anunciada la incorporación de 6 profesionales.