"Lamento no poder atender su solicitud". Con esta lacónica frase se cierra el escrito enviado hoy por el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, a la Delegación de Cultura y en respuesta a la exigencia de retirada de 15 de los 29 mosaicos puestos por el artista urbano Invader en diferentes puntos de la ciudad. En concreto, la Junta exigía la retirada de aquellos que afectaban a edificios declarados BIC o incluidos en el conjunto patrimonial del Centro Histórico.

Pomares considera que no se cumple con ninguno "de los supuestos recogidos en la legilación urbanística aplicable que obliguen a la intervención urgente e inmediata de los mosaicos por parte de la administración". En este sentido, apunta que la Delegación de Cultura ha informado de que tiene en marcha la investigación para "identificar a los autores responsables de esos hechos y que aún no está concluida, como es preceptivo".

El concejal de Urbanismo afirma que, según la legislación, debería ser el responsable de la infracción quien se encargue de la "reparación y restitución de los elementos del patrimonio protegido a su estado original", previa incoación de iun expediente sancionador por parte de la Administración autonómica. Así, considera que el Ayuntamiento no debería asumir este trabajo, que correspondería a Invader y que, en todo caso, actuaría de forma subsidiaria "en caso de incumplimiento" por parte del autor material.