Hoy, como todos los días, toca limpieza, por eso 'Gominola' se pone en marcha, de la mano de Juan, un vecino húngaro de Arroyo España, para así limpiar de matojos los kilos de matorrales que 'atesora' este olvidado rincón del Puerto de la Torre.

Este poni de 14 años, propiedad de Pilar Baena, vecina de la calle Zeus, es el encargado, desde que llegó al barrio de pequeño, de comerse los hierbajos que inundan las calles, tres de ellas terrizas. De paso, también deja mondas y lirondas algunas parcelas, a petición de los vecinos. Para 'Gominola' es un complemento al pienso que toma todos los días y de paso, aminora la falta de mantenimiento municipal, y eso que Pilar lo compró para que acompañara a sus hijas.

Aunque la dueña precisa: "El animal no se come todo. Mi marido lo amarra a un árbol, va comiendo de todos lados y lo va cambiando todos días de sitio. Es un desbroce ecológico", ironiza.

El humor es lo que los vecinos tienen cuando hablan de las carencias del barrio, simbolizadas en 'Gominola', que arrambla con las hierbas que crecen a los lados de la calle Zeus, una de las terrizas del barrio.

Pilar Baena llama la atención de que "estamos pagando impuestos como cualquer vecino de Málaga y no tenemos servicio alguno. Y de 'cortacesped', mi poni, es lo único que tenemos".

Algo parecido piensa Belén Riquelme: «Pagamos impuestos como en Puertosol pero vivimos peor que en Los Asperones porque allí tienen el autobús en la puerta».

Como recordó en el pasado pleno de mayo Irene Pérez, otra vecina, este barrio del Puerto de la Torre, además de no contar con línea de autobús tiene tres calles terrizas, que «en invierno son un lodazal y en verano un polvorín», señaló. En el pleno de mayo, precisamente, salió adelante una moción de Málaga Ahora que pedía poner en marcha «de forma urgente», el plan especial de reforma del barrio.

Pese al resultado del pleno, Pilar Baena, confiesa que «esperanzas, sinceramente, no tengo». Quizás tenga que ver, apunta Juan Pallarés, otro vecino, el que «hace unos cinco años», se aprobara una moción parecida, sin resultados visibles. Por otro lado, en el programa electoral del PP de hace una década ya constaba el desarrollo de los planes especiales del Arroyo España, incluidas las calles más maltrechas.

En esta época del año, la altura de los matojos en el Arroyo España es digna de récord Guinness en buena parte de sus calles y zonas de esparcimiento, como los hierbajos que en la calle Fuente Alegre rodean el campito de fútbol del barrio -que más parece un patatal- o junto a él, un parque infantil que da la impresión de haber salido en la serie Verano Azul, por la antigüedad de los aparatos.

«Eso ya no es legal porque ahí un niño se cae y se mata. Eso lleva ahí un montón de años. Lo quitaron de algún parque y lo pusieron ahí», cuenta Pilar Baena, que también recuerda la promesa, incumplida por el Ayuntamiento, de cambiar los contenedores de basura antediluvianos en cuanto asfaltaran el entorno. «Llevamos cerca de un año y los contenedores siguen sin venir», lamenta.

Pero la peor parte del abandono de este barrio del Puerto de la Torre se la llevan los vecinos más mayores y los que tienen movilidad reducida. Es el caso del hijo de Loli Fernández, con distrofia muscular, que se mueve en un carrito eléctrico, «le gusta salir a la calle con los amigos y no tienen ni una acera». Un problema parecido tiene la hija de Mari Pepa Amaya, con esclerosis múltiple y en silla de ruedas. «Ella vive cerca, pero no puede venir a mi casa», lamenta la madre. Pepa hace recuento y señala que «en 31 años que llevo viviendo aquí la única mejora ha sido una capita de hormigón que el Ayuntamiento echó en la calle Fuente Alegre». En esta calle, por cierto, una valla liviana separa de un peligroso terraplén que da al arroyo. Así está el barrio. Con pocas esperanzas.

Pilar, la dueña del poni, espera que si los concejales y el alcalde ven a 'Gominola' haciendo una función municipal, "se les remuevan un poco las conciencias y vean cómo estamos".

Este diario trató ayer, sin resultado, de recabar una respuesta del concejal de Urbanismo, Francisco Pomares.