La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) reclamó ayer a los responsables políticos y a las administraciones que acometan una «profunda reforma» del sector público que entre otras cuestiones acabe con la «hiperregulación normativa», un elemento que a su juicio está obstaculizando el desarrollo de nuevas inversiones y proyectos empresariales en un momento «estratégico» para la provincia, que empieza a superar la crisis pero a la que le falta todavía consolidar la nueva senda de recuperación.

El presidente de la CEM, Javier González de Lara, recordó que la provincia necesita de unas 20.000 nuevas empresas que generen unos 100.000 empleos para tratar de volver al escenario previo a la crisis, un reto que a su juicio sería factible en el plazo de unos seis años pero que, aseguró, difícilmente se podrá llevar a cabo si el sector público, además de elaborar una estrategia definida para ello, no acomete sus propias reformas, tal y como ha hecho en estos años el sector privado.

«El problema es que la administración interfiere demasiado en la actividad empresarial. Se deben dar todas las garantías legales que sean necesarias, pero con libertad. Lo que no debe existir es tanta hiperregulación ni control exhaustivo de las empresas, porque eso es un germen inhibidor que impide la acción y coarta el crecimiento», afirmó durante la presentación del Informe Socioeconómico de la provincia de Málaga y Propuestas Empresariales para el Crecimiento Económico 2016-2017.

González de Lara, que también preside la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), lamentó que las administraciones pidan «requerimientos innecesarios» y «exigencias desproporcionadas a los proyectos empresariales y afirmó que si los responsables políticos y técnicos no muestran «mayor sensibilidad» será «difícil» consolidar la senda de crecimiento de la economía.

«Estamos en un momento magnífico pero que nos dejen trabajar», afirmó en un mensaje dirigido a todas las administraciones, ya sean de ámbito local, autonómico o nacional. La CEM también pidió a los políticos que el «frentismo» de los partidos no haga desparecer proyectos. «Ideologizar el concepto empresa y los proyectos es un error», dijo su presidente.

El representante empresarial aseguró que Málaga, que aporta a las arcas tributarias andaluzas un 30,5% de los ingresos totales de la comunidad, presenta un «presente y un futuro positivo, optimista y muy favorable» y que se ha convertido en un «fortín económico», ya que al igual que fue una de las primeras en notar los efectos de la crisis ha sido de las punteras en enfilar la recuperación. En 2016, la provincia generó 5.500 nuevas empresas (una de cada tres que se crearon en Andalucía), lo que revela que «la locomotora económica vuelve a coger ritmo y a buscar recuperar su impulso». No obstante, González de Lara reconoció que las muestras de recuperación son todavía «discretas».

Densidad empresarial

El presidente de la CEM reconoció que la ausencia de más empresas sigue siendo la «gran asignatura pendiente», aunque recordó que durante la época más dura de la crisis (de 2008 a 2014) se destruyeron 18.000 empresas en Málaga (a razón de siete al día) y 100.000 empleos mientras que ahora se están creando 15 firmas diarias.

Málaga también se coloca en una posición privilegiada dentro de Andalucía y es, a juicio de los empresarios, la provincia que más visos tiene de «consolidar el crecimiento». La comunidad tiene 57 empresas por cada mil habitantes, por debajo de las 69 de media nacional, siendo Málaga la única provincia que sí se mueve en la tasa española. Según la patronal, en Andalucía harían falta crear 100.000 empresas y 500.000 empleos para certificar la recuperación.

La CEM pidió también que se eliminen gastos innecesarios y se apueste por las inversiones productivas. González de Lara reiteró que mientras el sector privado ha asumido retos, transformaciones y ajustes en estos años para tratar de salir de la crisis y ganar en competividad, el sector público «no ha hecho nada o muy poco».

«Necesitamos una administración eficiente y competitiva», remarcó González de Lara, acompañado por la vicepresidenta ejecutiva de CEM, Natalia Sánchez, y los vicepresidentes Sergio Cuberos y Jerónimo Pérez Casero.

Los empresarios se mostraron también «cansados» de la época de austeridad y mostraron su temor de que este hecho se convierta en un pretexto de algunos para no invertir. «El sector público no se transforma, reduce, no se hace más competitivo y, además de eso ni siquiera invierte. Las ecuaciones fallan. Al menos, años atrás, el sector público activaba la economía con la inversión pero estamos ya rozando la década de austeridad, que al final está generando desilusión a los ciudadanos y hace que nuestra economía sea cada vez menos productiva», dijo.