El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se apoyó ayer en estudios de entidades europeas para destacar el enorme estirón que ha experimentado la «proyección internacional de Málaga» como elemento central del balance realizado ayer de los dos últimos años de gestión municipal al frente del Ayuntamiento.

De la Torre sacó pecho de los resultados de un informe mundial realizado por el IESE (Centro de Globalización y Estrategia), una escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, en el que se analiza el comportamiento de 180 capitales del mundo y que sitúa a Málaga como la segunda de España en proyección internacional. «Estamos solo por detrás de Barcelona y delante de Madrid y la décimotercera del mundo, es algo que tan solo hace unos años era impensable», subrayó el alcalde.

De la Torre consideró que este reconocimiento tiene más valor ya que «sin ser una gran metrópolis, somo una ciudad que ha hecho bien las cosas en los últimos años y ha sabido transmitir avances que son reales en materia cultural, tecnológica o social».

El alcalde se alargó en detallar muchos de estos avances, que «fortalecen la ciudad» y que consideró estrategias básicas en la proyección internacional de Málaga, destacando en materia de innovación tecnológica el Foro Transfiere, el Polo de Contenidos Digitales, el encuentro del IBAN de directivos internacionales; también en materia cultural cómo la apertura hace dos años del Centro Pompidou y de Museo de Arte Ruso, que en ambos casos es la «primera vez que salen de su país de origen» Ahora, explicó, el Pompidou negocia abrir un museo en Shangai, «que es una gran metrópolis de más de 20 millones de habitantes y vamos por delante de ellos»; o el Festival de Cine en Español que se proyecta ahora a Iberoamérica.

De la Torre destacó los cumplimientos en materia de ordenanzas fiscales, «con una fuerte moderación fiscal» o del presupuesto, donde se ha crecido en cifras absolutas y en inversión, mientras ha ido bajando el índice de endeudamiento.

En términos de cumplimiento del programa electoral resaltó que de un total de 1.338 actuaciones programadas, están terminadas o en ejecución 855 de ellas, «por lo que estamos en un 64% de cumplimiento, casi dos tercios y nos quedan dos años de margen para cumplir el programa lo más posible».

Destacó el trabajo realizado en materia social, donde «hemos estado a la altura del reto que supone la crisis y su afección a miles de familias»; también los avances en medio ambiente, en empleo o en obras de transformación y renovación urbana, como el entorno de Atarazanas, la avenida Plutarco o la remodelación de Puerta Nueva. Igualmente en vivienda, donde se están ejecutando unas 200 VPO «que la Junta no hace».

De la Torre, por contra, dejó fuera del balance las viejas heridas que tiene la ciudad, algunas traumáticas. Así, pasó de puntillas por la herida de qué hacer con la manzana de los cines Astoria-Victoria, tras el fallido concurso de ideas. Ni una palabra sobre el futuro de los suelos de Repsol, ni sobre el proyecto de un hotel en Hoyo Esparteros. Apenas unas palabras para los mercados comprometidos y sin proyectar de Churriana o Teatinos. Tampoco dijo nada de Limasa ni de cómo solucionar el problema de suciedad que tiene la ciudad. Solo a preguntas de los periodistas señaló que esperaba solucionar el asunto «este mes de julio».

Futuro: «Seguiré hasta 2019, luego no es posible»

De la Torre ha insistido en que cumplirá los dos años que le quedan de mandato municipal hasta 2019, cuatro años porque «tengo un compromiso con los malagueños que lógicamente debo cumplir», y lo hace trabajando «de manera intensa, enamorado de la ciudad». «No me iré, salvo causa mayor». Respecto a acudir a una nueva convocatoria electoral en 2019 reiteró que «es difícil, casi imposible; lo lógico es que no».