El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara (presidente también de la patronal en Andalucía), firmaron ayer en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento el Código de Buenas Prácticas Tributarias elaborado por Gestrisam, un protocolo que trata de reducir los conflictos generados entre las sociedades mercantiles y la Administración local en relación a la interpretación de la normativa fiscal.

El acuerdo responde al interés de ambas instituciones en avanzar en el cumplimiento de la normativa existente en materia tributaria y se busca que tenga una gran difusión entre las sociedades mercantiles, que podrán adherirse al mismo de forma voluntaria, aunque han de comprometerse a dar un paso más en la senda del cumplimiento cooperativo en materia tributaria local, conformada por el IAE, el IBI, el ICIO y el Impuesto de Vehículos.

«Se trata de establecer una relación de colaboración recíproca, basada en los principios de transparencia y mutua confianza, procurando aminorar los conflictos derivados de la interpretación de la normativa aplicable, favoreciendo el uso de los instrumentos que establece el ordenamiento jurídico tributario y disminuyendo la inseguridad jurídica y los litigios», explicó De la Torre, quien insistió en que «buenas prácticas son, en resumen, todas las que favorezcan la reducción de riesgos fiscales y la prevención de las conductas susceptibles de generarlos». La ciudad, indicó el regidor, es pionera en esta iniciativa.

González de Lara, por su parte, consideró imprescindible que las empresas participan en «la gestión tributaria de su entorno» y que este código obedece a un nuevo criterio de gobernanza municipal en el camino marcado por la Unión Europea, «un convenio pionero que estamos dispuestos a suscribir», reseñó.

Gestrisam se alinea así con las mejores prácticas recomendadas por la UE. En este sentido, la Comisión Europea hizo públicas, a finales de 2016, unas orientaciones para un Código del Contribuyente Europeo, que recopila los principales derechos y obligaciones que regulan las relaciones entre los contribuyentes y las administraciones tributarias en Europa. Su finalidad es garantizar una mayor transparencia en relación con los derechos y obligaciones de ambas partes, así como promover que las administraciones adopten un enfoque más orientado a los servicios.

La CEM difundirá, por todos los medios a su alcance, las características y ventajas de formalizar la adhesión de sus asociados al Código de Buenas Prácticas Tributarias y formulará cuantas sugerencias entienda oportunas y necesarias para la adaptación y actualización de su contenido en orden a facilitar su aplicación práctica.

La CEM y Gestrisam mantendrá una estrecha colaboración para difundir el mejor conocimiento de la función socioeconómica desarrollada por la empresa y una imagen adecuada en el ámbito municipal fiscal del empresario ante la opinión pública. Colaborarán también en la detección y búsqueda de soluciones respecto a aquellas prácticas fiscales fraudulentas que puedan desarrollarse en los mercados en los cuales están presentes para erradicar las ya existentes y prevenir su extensión.

Con esta medida, el Organismo Autónomo de Gestión Tributaria del Ayuntamiento de Málaga da un paso más, según el alcalde, en el desarrollo de sus competencias hacia la búsqueda del compromiso de las empresas en las buenas prácticas tributarias, desde el marco de la Comisión Europea de Fiscalidad en la misma línea que ha hecho la Agencia Tributaria.

«Esta información permitirá a las empresas y al Ayuntamiento que, cuando haya un error, se corrija y, por tanto, no haya necesidad de establecer sanciones. Entendemos que todos estamos trabajando para conseguir el objetivo de que la ciudad avance y por eso hacen falta más recursos, que haya confort en el cumplimiento de las obligaciones», agregó.