Cambios de turnos con los compañeros del trabajo para poder acudir a clases, saltarse la hora de la comida, recuperar horas en el trabajo, falta de horas de sueño€ A estas y otras dificultades ha tenido que hacer frente Jesús Pérez, de 26 años, que está cursando un máster en Diseño Gráfico y Preimpresión que compagina con su trabajo en El Corte Inglés. «Está siendo mi etapa más difícil aunque estoy acostumbrado a tener que hacer las dos cosas al mismo tiempo».

Lunes, miércoles y viernes tiene máster, lo que significa que la hora de la comida se suprime ya que tiene poco más de media hora para salir de su clase en Teatinos y entrar a trabajar en Benalmádena a las tres de la tarde. «El problema es que, al terminar a las diez de la noche, no puedes dedicarle el tiempo que necesitan los proyectos y trabajos». Sale de El Corte Inglés y realiza los trabajos que le exigen en el máster, acaba de madrugada.

Durante su carrera en Bellas Artes ya pertenecía a la generación «sí-sí» y tuvo que perder algunas clases por trabajar y poder pagar los materiales que su grado requería. «Al menos tenía la suerte que para la matrícula, al ser familia numerosa, me daban beca», un recurso sin el que le hubiese sido mucho más difícil. Normalmente trabajaba en verano como socorrista o en Mercadona, ahorraba y así podía pasar un curso mucho más tranquilo. Aunque reconoce que «algún mes he tenido que aunar ambas cosas y me veía obligado a perder clases».

Ahora, gracias al máster que está terminando de cursar, ha montado un estudio de diseño gráfico con otros dos compañeros, llamado Apuntapala, con el que pretende conseguir el dinero necesario no solo para continuar pagando sus estudios, sino también para conseguir independizarse. «Hasta ahora el trabajo me ha permitido pagarme mis estudios pero no independizarme».