La decisión sobre el modelo de gestión de Limasa, tantas veces aplazada, es vista ahora más próxima por las partes afectadas. De ahí que ese olor haya agitado la tensión entre empresa, trabajadores y Ayuntamiento. Los trabajadores anunciaron, a través del comité de empresa, la convocatoria de asamblea para este domingo, 16 de julio, con la idea de meter presión a esa posible decisión que deba adoptar el alcalde, Francisco de la Torre, y los suyos: el Ayuntamiento y la empresa, al unísono, reaccionaron con rapidez y decidieron, sin esperar a un acuerdo con el comité, abonar a los trabajadores una parte de la paga de productividad (867 euros) que está pendiente de una decisión judicial. La medida persigue, a su vez, rebajar la tensión de la plantilla de cara a la asamblea del domingo ante el temor a que ésta tome medidas de protesta.

Hay preocupación en la empresa por las decisiones que pueda tomar la asamblea. Sin embargo, el presidente del comité insistió ayer que « no hay nada decidido y será la asamblea la que decida que hacer».

Rompiendo un largo silencio de meses, el comité de empresa de Limasa salió ayer a la palestra. Lo hizo su presidente, Manuel Belmonte, que habló en nombre de todos sus miembros.

Dos asuntos desveló ayer Belmonte: las conversaciones «discretas y sin ruido» llevadas entre él y el alcalde de cara a alcanzar un «punto de encuentro» para la municipalización de Limasa y la aplicación de los acuerdos de marzo de 2016 que dieron fin a la huelga del año pasado. Belmonte explicó como esas reuniones «discretas»con el alcalde culminaron en «un punto de encuentro» para ir a la municipalización de la empresa.

Sin poder de decisión

En esas reuniones, desveló Belmonte, «vi convencido al alcalde y que apostaba por la municipalización». De la Torre le pidió un primer plazo hasta el 31 de marzo, pero en esa fecha «nos pidió otra prórroga y como confiamos en lo mejor de la municipalización le dijimos que sí», hasta el 30 de junio.

Pasó esa fecha sin que el alcalde se hubiese pronunciado y finamente hablaron el domingo siguiente «durante una hora y cuarto»; y aquí vino la primera afirmación contundente de Manuel Belmonte en el día de ayer al asegurar que en esa conversación «noté que, lamentablemente, el señor De la Torre no va a decidir nada porque está atado de pies y manos de su mismo partido». «El alcalde no tendrá poder de decisión».

«Me da que el alcalde está por hacerla municipal porque ve dónde está la mejora y el ahorro, cifrado en más de 12 millones, pero el alcalde no tendrá poder de decisión».

«Nosotros estamos cumpliendo y vamos a seguir cumpliendo, mientras en el PP plantean lo injustificable», añadió Belmonte. Por ello y ante el cariz que está tomando el asunto «nosotros no le pedimos que municipalice sino que tome una decisión, pues la plantilla nos estamos jugando nuestro futuro».

El presidente del comité fue especialmente contundente y claro al advertir de que «no vamos a permitir una decisión que perjudique al colectivo», y aún más: «algunos en el PP quieren dividir y trocear la empresa, pero por ahí no vamos a pasar, eso no lo vamos a consentir».

El segundo aspecto de su intervención hizo referencia a los acuerdos de marzo de 2016 y criticó que la empresa esté «incumpliendo» dicho acuerdo al dedicarse ahora a pagar de manera «unilateral y sin contar con nosotros» una parte de la paga productividad, es decir «867 euros, cuando la misma es de 1.431 euros». Al respecto, señaló que «la empresa nunca ha querido reconocer que son 1.431 euros» la cantidad íntegra de esa paga, aunque «hablan de buena voluntad».

Por contra, el alcalde destacó ayer «el gesto» impulsado de pagar a la plantilla la paga de productividad este año pese a que «no estaba previsto» en el acuerdo de 2016. «Como hay un retraso respecto al juzgado número 12 hasta noviembre y en el calendario sobre la municipalización no tenía cierta lógica aplicar las reflexiones de 2016 al 2017», dijo, destacando el «buen clima» con los trabajadores.