Arreciaba el sol, así que las malagueñas sacaron los parasoles para no perderse el espectáculo: un río de Historia, en forma de infantería de los Reyes Católicos, soldados musulmanes y caballistas de los dos bandos, que ese agosto de 1887 bajó raudo del antiguo convento de la Victoria. Es uno de los grabados, tomados a su vez de una foto, que puede verse en la exposición La Feria de Málaga, de la recreación a la fiesta popular, que hasta el 11 de agosto despliega sus encantos en Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

Y junto a esta foto de la cabalgata histórica con motivo del cuarto centenario de la toma de Málaga, el elegante ropaje de la mismísima Isabel La Católica, cedido por la asociación cultural Zegrí, que desde 2012 viene recuperando la recreación histórica de la conquista de la ciudad en la Feria de Agosto.

El archivero José María de las Peñas, comisario de la muestra junto a la historiadora del arte Lourdes Jiménez, recuerda la raíz religiosa de la feria de 1887, que, por esa conmemoración, «por primera vez incorporó la procesión de la Virgen de la Victoria».

La evolución hacia una fiesta popular es lo que se recoge en esta completa muestra, con piezas históricas, entre ellas prospectos de feria de finales del XIX, el más antiguo de 1894, de la colección de Juan Bocanegra.

Lourdes Jiménez llama la atención sobre un mantón, de la colección de Encarnita Perraut, realizado a finales de 1860 en Perú para el torero malagueño José Rodríguez, Limeño, de quien se sabe que toreó en varias ocasiones en la desaparecida plaza de toros de Álvarez y murió en 1869. La directora de Ámbito Cultural, Isabel Ramírez, destaca el hecho de que el motivo del mantón sean los diferentes lances de la corrida.

También cuenta la exposición con varios carteles de la Feria, cedidos por el Archivo Municipal, así como con un valioso sombrero de verdiales, de la colección de José Tárraga, de unos cien años, mucho más profuso en adornos que los actuales, el principal de ellos, una imagen de la Virgen de los Dolores de la Ermita de los Verdiales, cuenta José María de las Peñas.

Además, hay mantones auténticos de Manila, con motivos orientales.Uno de ellos, de finales del XIX, perteneció a la madre de la archivera Trini García-Herrera; junto a él, una pieza para Pastora Imperio y un mantón muy sobrio que lució la famosa Anita Delgado, de la colección de Encarnita Perraut. Lourdes Jiménez recuerda que Anita Delgado lo empleó para bailar en el café-concierto Kursaal de Madrid, cuando actuaba junto a su hermana como Las Hermanas Camelias.

La muestra exhibe también decenas de fotos, cuadros naif de la Feria, de Diego Ceano, Jaime Rittwagen y Francisca Hidalgo, así como otras piezas muy curiosas: sendos abanicos con motivos taurinos, de los años 50, firmados por los diestros Antonio Ordóñez, El Litri, Chamaco y Girón y un abanico gigante, también llamado pericón, de finales del XIX.

La evolución de nuestra Feria, compendiada con arte en Ámbito Cultural.