Las moscas siguen campando a sus anchas en el distrito de Campanillas, o eso es, al menos, lo que se deduce de las palabras de los presidentes de dos asociaciones de vecinos del distrito, que reclaman una intervención municipal urgente para frenar a estos insectos, ya que no pueden cocinar con las ventanas abiertas pese al calor que hace y algunos de ellos han debido tirar comida.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Evolución de Campanillas, Carmen Fernández Oliva, achaca la presencia de insectos al vertido de excremento animal en una parcela, a la presencia de granjas y corrales y la cercanía del vertedero de Los Ruices, de cuyo olor también se queja. Según esta vecina, ella misma avisó el viernes a la Policía Local después de notar una mayor presencia de moscas. «Hay que estar fumigando todo el año para cuando lleguen los meses de verano, si no tenemos esto. Queremos vivir en un barrio tranquilo. Hay más moscas porque hace poco hubo vertidos, en junio, y otro hace unos días», explica, para indicar que las moscas están en «el distrito entero».

Además, se queja de que el vertedero de Los Ruices «no lo tienen controlado, el sábado mi nieto tenía moscas en la comida, en el plato de arroz, y hubo que tirarlo».

María del Carmen Ruiz, propietaria de un bar en Campanillas, asegura que «todo el mundo está protestando». «Hace cuatro años no había tantas moscas, no se pueden ni abrir las ventanas», explica.

Fernández Oliva afirma, por su parte, que hace cuatro años sí se hizo un buen trabajo y en los últimos veranos no había tantas moscas. Asegura que la Policía Local le dijo, cuando analizó el vertido el pasado jueves, que «no se podía estar allí de la peste que hacía». La dueña del bar añade que el mostrador está lleno de moscas.

José Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos José Cañete de Colmenarejo, asegura que la situación sigue igual o peor que el mes pasado. «Las granjas han creado el foco, pero por dejadez ha crecido la plaga, lo sufrimos no sólo aquí, sino también en Huertecilla de Mañas y en Campanillas. No podemos cocinar, lo tenemos todo cerrado con el calor que hace. Ni siquiera puedes tomarte algo en un bar. El concejal nos dijo que estaba controlando la plaga, pero no veo aquí a nadie».

El edil socialista Sergio Brenes indica que «hay un grave problema higiénico sanitario y existe una falta de control municipal de las denuncias ciudadanas», para recordar después que el PSOE llevó al Defensor del Pueblo de Andalucía esta situación en 2014. «Es la segunda plaga de moscas que soportan y el Ayuntamiento sólo dedica cuatro personas a controlar esta y otras en toda la ciudad, con una inversión de sólo 215.000 euros para luchar contra todo tipo de insectos y roedores».

El Ayuntamiento aseguró el pasado día 10 de julio que había atendido cuatro solicitudes de intervención en la zona y fumigó en varias zonas, dado que las moscas depositan sus larvas sobre residuos y otro tipo de materia orgánica. Fuentes municipales aseguraron que hoy visitarán también algunos puntos conflictivos.

El Área de Sostenibilidad Medioambiental pide a los vecinos que llamen al 900-900-000 para denunciar este tipo de situaciones, de forma que el tiempo medio de respuesta es de 36 horas, aunque muchas veces se fumiga en menos de 24. Es fundamental que el solicitante facilite su móvil.