Un grupo de personas se ha concentrado hoy en la puerta de la Ciudad de la Justicia para reclamar un juicio que sirva para esclarecer la muerte de Mónica Gómez, una joven de 14 años que falleció el 16 de marzo de 2013 en Álora, después de que cayera a un canal de riego, que los padres denuncian que no cumplía con las exigencias mínimas de mantenimiento y de cuidado desde hacía tiempo.

El accidente se produjo cuando la niña estaba cruzando la acequia, situada a unos 10 metros de su casa. El embovedado que la cubría este canal de riego se rompió bajo sus pies, siendo arrastrada por la corriente. Desde entonces sus padres han pedido responsabilidades, especialmente a la Junta de Andalucía, en tanto que es la administración que tiene las competencias de mantenimiento de ese canal. Sin embargo, todas las acciones legales emprendidas por la familia han sido archivadas, por lo que han elevado la petición al tribunal europeo. Además de una condena judicial, la familia insiste en reclamar que se soterre el canal, para evitar accidentes similares.

El canal de riego está en el diseminado de Paredones, en Álora, y está alambrado y tiene una serie de puertas. Según ha denunciado siempre la familia, el día en el que Mónica perdió la vida, éstas se encontraban abiertas y sin candados.