El Ayuntamiento de Málaga dio por fin este lunes una explicación detallada de las talas en el Monte Gibralfaro. El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, informó en rueda de prensa -en el arranque del monte, junto a la calle Mundo Nuevo- de que las talas forman parte del Plan de Autoprotección de Incendios Forestales, que además de en Gibralfaro, ahora mismo se está llevando a cabo en El Morlaco «y próximamente en el Cerrado de Calderón».

El concejal negó que exista descoordinación con la Gerencia de Urbanismo, como señalaba la Plataforma Ciudadana en Defensa del Monte Gibralfaro, «porque Urbanismo no es competente para autorizar ningún plan de autoprotección en ninguna zona de la ciudad». Por este motivo, explicó que Medio Ambiente se ha coordinado «con quien tiene las competencias de seguridad en esta ciudad, Protección Civil, previa autorización de la Junta de Andalucía».

Raúl Jiménez sí admitió que, «en muchos casos», las críticas «han sido lógicas y sensatas, puesto que a nadie nos gusta realizar ninguna tala», pero puso por encima «la seguridad de los vecinos», al tiempo que recordó que el Plan Especial de Gibralfaro, aprobado en 2015, no contempla ningún plan contra incendios.

Además, respondió a las críticas de que las talas se hayan realizado en una época del año por completo inadecuada, como aseguraba la plataforma ciudadana, al recalcar que el plan de autoprotección «se aprobó en abril, y teniendo ese plan, ¿quién hubiera pospuesto esa decisión para hacerlo un año más tarde?, más si cabe con hechos tan dramáticos como los (incendios) de Doñana y Portugal».

En ese sentido, explicó que la primera fase de la actuación en Gibralfaro ha sido «la protección de las zonas de evacuación», para que, en caso de incendio, los residentes de la zona puedan evacuarse sin problemas.

«El riesgo se ha minimizado»

«Eso nos ha llevado a hacer zanjas de 15 metros, algo que ha podido llamar la atención a muchas personas porque es un número importante de árboles, pero al menos ese riesgo se ha minimizado», apuntó.

También se refirió a las denuncias de la plataforma por el riesgo de erosión y de torrenteras en las zonas taladas. El concejal puso de ejemplo las talas de eucaliptos realizadas en las primeras estribaciones del monte, junto a Mundo Nuevo: «El propio vial hace de barrera y el agua del norte de la montaña no llega a la falda». Además, subrayó que las raíces de los eucaliptos «siguen vivas, son las que agarran el monte».

De cualquier forma, Raúl Jiménez indicó que si el resultado no fuera apto, se podría volver a sembrar el suelo.

Por otro lado hizo mención al mantillo de hojas trituradas y depositadas en el suelo tras las talas, algo que la Plataforma Ciudadana en Defensa del Monte Gibralfaro considera un riesgo de incendio en esta época del año: «Se ha triturado y esparcido porque cuando las aguas caen hay una especie de amortiguación por especies vegetales que minimizan el impacto y erosionan menos».

Además, un técnico municipal precisó a este diario que el riesgo de incendio se presentaría si esa capa de hojas fuese de mucho grosor, «pero con un grosor como este, de tres, cuatro, cinco centímetros... el propio suelo lo va absorbiendo», indicó.

Paralización del mirador

Una de las actuaciones previstas por Medio Ambiente sí que va a quedar paralizada, en atención al Plan Especial de Gibralfaro: la construcción del mirador de la Malagueta. «Lo teníamos licitado y sí que es cierto que lo vamos a suspender, momentáneamente, para coordinarnos lo mejor posible con la mesa transversal del Plan Especial de Gibralfaro», declaró el concejal.

Por último, informó de que falta una segunda fase en Gibralfaro: se hará un cortafuegos en el entorno del Castillo.

Por otro lado, la comisión de Medio Ambiente celebrada ayer ha aprobado por unanimidad una moción de Málaga la Gente que pedía medidas correctoras en el Monte Gibralfaro tras las talas y ejecutar las actuaciones previstas en el Plan Especial de Gibralfaro, después de una pequeña modificación propuesta por el grupo popular.

La intención, declaró a este periódico la concejala de Málaga para la Gente, Remedios Ramos, es presentar una moción institucional de contenido parecido en el próximo pleno para que tenga el respaldo de todos los grupos.